Estrujón – #Pregones – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez – @ricardocipago

A la fuerza tuvieron que pasar unos 168 días para que nos tuviéramos que concientizar que los cambios de comportamiento pedidos -a gritos- desde diferentes trincheras fueran parte de los ajustes a la vida, a las rutinas y hasta a los códigos de convivencia ciudadana, donde el respeto, las normas de civismo y cumplimiento, de ser parte de colegios, empresas, conglomerados y zonas de habitación no son para unos pocos sino para todos, y que las excepciones deben ser ESO.

De seguro todos teníamos planificados nuestros meses de trabajo, de oficios o de actividades con base en lo que siempre hicimos, con sus caminos, con un cronograma, saltando maticas y matones y con las arandelas de cada hora, que siempre desarrollamos o por lo menos era parte del trajinar diario.

Ahora se nos cambió la vida. Y es que adaptarnos a lo que nos exige el autocuidado, la autoprotección y el ser autoveedores del llamado aislamiento selectivo será un verdadero protocolo, y para otros un viacrucis, porque cada uno tratará de imponer sus “leyes” para que los demás hagamos caso y siempre se presentarán pretextos. Que no sea motivo de enfrentamientos en redes sociales, sino que sirva de pedagogía para todos.

En nuestros hogares siempre se habló de que un estrujón vale la pena, en las cosas positivas y negativas, que alimentan el espíritu, que fortalece, que moldea, que ajuicia, que califica y que con una educación moral de alto nivel nos lleva a ser ése reflejo en la sociedad y a coadyuvar procesos en los que participamos, tenemos vocería, somos uno más y que al final da buenos ciudadanos.

Comprender se logra en cualquier edad de la existencia y quienes ya tienen canas lo hacen valer con sus aportes, sugerencias, comentarios y enseñanzas. Eso debe ser la constante para que los de cualquier edad ser más conscientes que como sociedad y para ello hay normas qué cumplir y los apretones de manos, abrazos, palabras bien cuidadas, lenguaje preciso y no polarizaciones por intereses personales son línea a seguir.

Quienes arreglando un electrodoméstico o por experimentos hemos recibido corrientazos nos dejan la sensación que el estartazo fue para reaccionar y no volverlo a hacer y así con la pandemia, que será algo rutinario, que nos regirá por meses u años en los que con educación de seguro la vida primará. Esto es de acciones y no de palabras sueltas.

Es de liderazgo, de ajustarnos los cinturones para asumir esos retos que se imponen. Hace pocas horas en Duitama se dio a conocer el mapa de calor donde se concentran los contactos, por comunas, y allí se refleja cómo es que no hemos llegado a la llamada cima o pico y eso es grave, según los expertos para lo que viene, o mejor es que no avanzamos. Por la Vida Ya un estrujón.