Recuperar los rituales – Carlos David Martínez Ramírez – #ColumnistaInvitado

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han en su libro titulado La desaparición de los rituales, habla de la importancia de los actos simbólicos para una sociedad y sobre el impacto de su desaparición. Para este autor hay un desgaste en las comunidades sin rituales, al experimentar comunicaciones vacías de contenidos simbólicos, es decir, sin significantes.
Con esta idea, es posible reflexionar sobre cómo vivimos en una era de datos e información, pero no necesariamente basada en la sabiduría.
En este libro se señala cómo las formas simbólicas cohesionan a las sociedades, en su abandono, las personas se ven abocadas a relaciones egocéntricas o narcisistas, en las cuales el énfasis se hace en la producción y el consumo; acá es posible diferenciar el consumo del uso, para Byung-Chul Han en los rituales se hace uso de las cosas, mientras en la producción el foco se ubica en el consumo, lo cual hace más efímeras las relaciones.
Frente a la sensación de vacío, que muchos experimentan hoy, es común que se intente llenar éste con rutinas de consumo, lo cual genera una situación paradójica, en la cual, para huir de la rutina consumimos más, de manera que el consumo se convierte en una nueva rutina que termina acrecentando la sensación de vacío.
Este libro, publicado el año pasado, la versión en español en este año, hoy recobra importancia frente al cansancio y el desgaste que muchas personas reportan, por la sobrecarga laboral, la cual se siente más pesada al unirse con las actividades de cuidado en el hogar, en una extraña interrelación de tiempos y espacios, que para algunos es deseable, pero para otros ha representado un gran esfuerzo.
¿Es usted consiente de los rituales en su infancia, y de cuáles no practica hoy?, ¿tiene claro los rituales que desarrollaba antes de la pandemia que hoy ha abandonado?, ¿han cambiado sus rituales durante el confinamiento o han desaparecido?
Para Byung-Chul Han, los rituales facilitan el descanso y la contemplación, los cuales trascienden al simple reposo que permite la recarga de energía para el trabajo; ya los filósofos griegos clásicos señalaban la importancia del ocio para el desarrollo de la creatividad.
De acuerdo a este filósofo, si el tiempo laboral se une con el tiempo vital, la vida se vuelve fugaz; por otra parte, algunos rituales son como fiestas, en las que la vida se mira a sí misma, el tiempo se detiene porque no se dirige a ninguna parte.

Hoy necesitamos recuperar los rituales, fuera de contexto esta afirmación puede parecer obvia o banal, pero a la luz de los planteamientos de Byung-Chul Han, necesitamos esas técnicas simbólicas en las que celebramos el encuentro y la vida, más allá de la simple supervivencia.