Pablo Hernán Rueda, el constructor de pentagramas

El lutier ha sido inspiración para la composición de dos obras que fueron hechas para él, una en el género vocal y otra en instrumental. 

Su familia acompaña y alienta la noble labor y son para Pablo Hernán Rueda la fuerza que mueve su corazón. Fotografía. Archivo particular.
Su familia acompaña y alienta la noble labor y son para Pablo Hernán Rueda la fuerza que mueve su corazón. Fotografía. Archivo particular.

La palabra Lutier proviene de un vocablo francés empleado para definir o denominar a quienes se dedican a la construcción, restauración o reparación de instrumentos musicales y su etimología refiere al termino árabe al-`ūd (“laúd”) que significa “la madera”.

En Colombia los artesanos dedicados a este oficio son contados con los dedos de la mano, tal vez porque como dice el cantautor vallecaucano Gustavo Adolfo Renjifo en su torbellino Caballito de Ráquira las manos por la máquina me las quieren cambiar” … 

Pero afortunadamente para la música, y en especial para el folclor nacional, existen hombres como Pablo Hernán Rueda, un colonizador de sueños nacido en La Palma Cundinamarca que inicio esta noble labor de la mano del artesano y maestro Ciro Calvo, en compañía de otros reconocidos constructores de instrumentos como Gonzalo Morales y Alberto Paredes.

Y si bien es cierto este oficio se va perfeccionando con el tiempo, el estudio, la investigación y la práctica, pudiéramos afirmar que ese don otorgado por la divina providencia a seres iluminados como Pablo Hernán Rueda nace con quienes fueron elegidos para desarrollar tan gratificante tarea en la tierra, porque con su oficio entregan irrepetibles momentos al cancionero, a los intérpretes y a esa memoria sonora que hace parte de los raizales de la historia.

A lo largo de su amplia trayectoria como lutier ha recibido homenajes, galardones y los más altos honores por parte de entidades públicas y privadas del país. Fotografía. Archivo particular.
A lo largo de su amplia trayectoria como lutier ha recibido homenajes, galardones y los más altos honores por parte de entidades públicas y privadas del país. Fotografía. Archivo particular.

Pablo Hernán es un hombre sencillo, prudente, callado y a veces tímido, que habla a través del trino de esas cajitas de música elaboradas con profunda devoción, respeto y cariño, de las que luego los diestros arrancan dulces sonidos vestidos de bambuco, pasillos y torbellinos.

En su taller están los recuerdos de cada hijo que ha alumbrado sobre la mesa de cedro grueso y ese primer sonido arrancado del mástil, el aro y el cuerpo en forma de tiples, bandolas, guitarras, cuatros o charangos.

En el lenguaje de los músicos se afirma que «la afinación de un tiple y las lágrimas de una mujer no son tan ciertas», sin embargo, los instrumentos de Pablo Hernán tienen esa característica única de afinación, con cualidades ergonómicas, la forma y dimensión del mástil, pulsación suave y liviana que facilita la ejecución de acordes y melodías – sin riesgo de ruido – o lo que llaman los expertos el «trasteo», porque según dicen los conocedores, la calidad sonora que busca todo intérprete en su instrumento, es realmente asombrosa.

Sonido balanceado, excelente proyección, fiabilidad y durabilidad de la afinación, suavidad en la manipulación y calidad en los acabados son también los atributos que resaltan los ejecutantes de las «obras genuinas» de Pablo Hernán y por eso sus delicadas creaciones artesanales están presentes en todos los festivales del país, como el Mono Núñez en Ginebra donde siempre se entrega una de estas reliquias al ganador(a) de una de las categorías.

En su taller se han fabricado verdaderas piezas de colección. Fotografía. Archivo particular.
En su taller se han fabricado verdaderas piezas de colección. Fotografía. Archivo particular.

Agrupaciones como: Trío Palos y Cuerdas, Trío Nueva Colombia, Único Trío, Agrupación Improntus, Camerata Colombiana el Dueto Primavera, las escuelas de formación artística del país entre muchos otros, interpretan sus aires y repertorios con los instrumentos hechos por las manos de Pablo Hernán Rueda a quien un compositor lo describe entre versos como el “artesano de sueños y constructor de pentagramas”.