La senadora del partido Conservador, Soledad Tamayo, alcanzó a ocupar la curul de la polémica Aída Merlano durante un año y 27 días, ayer, como ya lo había anunciado Boyacá Sie7e Días en esta misma sección, tuvo que dejarla luego de que la mesa directiva de la Senado le diera cumplimiento a la solicitud de la Corte Suprema de Justicia de aplicar la figura de la silla vacía.
De esta manera termina, por lo menos por el momento, el paso de la congresista nacida en Paipa, de quien se pensaba, tomaría las banderas de su hermano Fernando, quien a diferencia de ella, ayudó mucho especialmente a Paipa. La Senadora pasó con más pena que gloria por el Senado, si se tiene en cuenta que fue mínima su presencia y gestión, por lo menos conocida, por su departamento.