LGBTIQ+ por estos lados – #Pregones – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez – #Columnista7días

Calificar ha sido la manía social de ver con prejuicios y a conveniencia. En nuestra sociedad y entorno, se hace con doble o triple moral, con sentimientos de venganza o desprecio,  peyorativos o aduladores, sin respetar y mucho menos valorar. Palabras se van soltando sin pensar que a veces los interlocutores guardan el silencio para lograr convivir sin odios.

Y sucede en las mejores familias, y más con la ya identificada comunidad LGBTIQ+, que sufre ataques, matoneo, golpes y discriminación. Señalamientos que estigmatizan están a voz en cuello. Su vida no es de minorías, ni para imponer su mundo, o ser “anormales, enfermos” y que tengan un referente de desfiles, fiestas, colorido, alegría, felicidad y ambiente demuestran que ya la cultura los tiene como voces válidas y que con persistencia han ganado sus escenarios.

Desde la academia, en todos sus niveles, es la educación la que abandera su entronización y el llegar a constituir colectivos, redes, grupos o tener representación en los estudios y definición de políticas públicas, porque así ha tocado y es la manera de no ser relegados, defienden sus derechos –que son los de todos y sin privilegios, pero con justicia- pero si por la salud, el bienestar, la participación política, la integración en la toma de decisiones y hasta liderando los sectores productivos. Su creatividad y nivel tienen ganados muchos espacios.

Aquí no es “tapen” por X o Y condición u orientación, ni por género, identidad o sexualidad. Es porque como actores relevantes de las comunidades también deliberan, aportan y soportan. Cabe recordar los 3 o 4 bares que han sido sus puntos de encuentro en ciudades de Boyacá. Allí ha habido ejercicios de diálogo, organización y con guías para procesos educativos contra la discriminación, la igualdad, los derechos humanos, la diversidad y ante todo: la libertad.

Por estos lados de nuestra tierra el tema ha venido ganando relevancia, nivel de importancia y hasta recursos para ser destinados a trabajar la cuestión, cumplir sin aislamientos-por pandemia-  y sí ser actores principales en abordar la temática en películas, con letras y sonidos musicales, con la solidaridad de quienes así lo utilizan para campañas políticas y luego olvidan o desconocen e incumplen y el orgullo de estar en la sociedad que nos tocó es porque se valoran su esencia de personas, sin arandelas y sin señalamientos de ser parte de un arcoíris o bandera.

Familia, educación y usted son los artífices de que sea “moda” o de verdad se definan estrategias para que LGBTIQ+ propendan porque no sea de dientes para afuera que su inclusión social responda a necesidades sentidas y por unos días, un 28 de junio, o cuando se llega a extremos es que se dan las miradas a lo que muchas familias -de por estos lados- han aceptado con abnegación a esos hijos y amigos que son los de la vida… y YA. Se escuchan más voces.