Decisiones y sentido común – Fabio José Saavedra Corredor – #Columnista7días

En medio de esta situación que atravesamos actualmente, es común oír hablar en los medios de comunicación y en las conversaciones familiares sobre la cadena de contagio, siendo esto un reflejo de la conciencia social y colectiva, y al mismo tiempo, un producto de las estrategias del gobierno para romper los eslabones de la cadena de infección, asumiendo estas estrategias como una forma de concientización para afrontar la pandemia, mientras que, la investigación y la ciencia logran producir la vacuna o el tratamiento apropiado para proteger a la humanidad.

La primera directriz impartida fue el confinamiento obligatorio de la población en sus viviendas, orden que ha sido ejecutada de acuerdo a las condiciones sociales y económicas de la comunidad, en lo pertinente con la satisfacción de sus necesidades vitales, en medio de las limitantes históricas originadas en la inequidad y desigualdad social existentes, situación que no ha permitido alcanzar un manejo apropiado de la cadena de contagio.

Frente a esta dificultad, hace unos días, el gobierno nos sorprendió con el Día sin IVA, lo que condujo a una excesiva aglomeración de compradores desafortunadamente propiciando las condiciones para el contagio, y donde al final, el ánimo por reactivar el sector comercial termino favoreciendo únicamente a las empresas de grandes superficies y la mayoría de ofertas se presentaron con precios manipulados, impactándose negativamente la salud física y económica de la población.

Además, en el sector de la educación, hoy se presenta un proyecto que se sale de todo contexto lógico, pensando en reactivar la educación presencial, en este momento histórico de deterioro y riesgo de la salud y en condiciones logísticas e infraestructura inapropiadas.

No es responsable exponernos a convertirnos en vectores de contagio, ya que en esta propuesta intervienen varias generaciones, desde los niños de la primaria básica, los jóvenes y adolescentes, hasta los docentes, algunos de ellos, con más de 60 años de edad.

Hoy toda propuesta, proyecto o programa debe enmarcarse en condiciones favorables que conduzcan a la ruptura permanente de los eslabones de la cadena de contagio.