En riesgo Convite Carranguero

Eduardo Villareal es un bogotano de padres tolimenses y santandereanos que desde hace 35 años se le reveló a la ciencia y dejó sus estudios de medicina para dedicarse a las labores del campo, la carpintería, la artesanía y darle alegría a su vida a través del cultivo de las músicas ancestrales y campesinas.

Eduardo Villareal les enseña a los lugareños el amor por nuestras raíces musicales (Fotografía/Archivo particular)
Eduardo Villareal les enseña a los lugareños el amor por nuestras raíces musicales (Fotografía/Archivo particular)

Luego de haberse instalado en aquella tierra que había cautivado su corazón, Eduardo inició, en el municipio de Tinjacá Boyacá, una escuela carranguera para afianzar en los niños el amor por este género creado por el maestro Jorge Velosa Ruiz y conducirlos por senderos esperanzadores a través de la interpretación de instrumentos de cuerda y el aprendizaje del coplerío. 

Fue entonces cuando el mismo maestro Velosa lo apoyó en su empeño y a la par del movimiento formativo surgió hace 13 años un festival carranguero que se convertiría en vitrina de esos saberes cosechados en la parcela y cultivados en el requinto, tiple, guitarra y guacharaca.

“Convite Cuna Carranguera” fue el nombre con el que Eduardo bautizó este encuentro que cada año reafirma el objetivo para el que fue creado y que transmite a las presentes generaciones el amor por un ritmo que hoy hace parte del acervo patrimonial del país.

El Convite Cuna Carranguera es un verdadero movimiento cultural en favor de la identidad Boyacense y campesina (Fotografía/Archivo particular)
El Convite Cuna Carranguera es un verdadero movimiento cultural en favor de la identidad Boyacense y campesina (Fotografía/Archivo particular)

El gestor cultural dice que este convite carranguero nació por necesidad ya que en el año 2008 ante la llegada arrolladora de ritmos foráneos se empezaron a debilitar las bases de la música campesina porque los viejos precursores de las cantas se fueron muriendo y las emisoras se dejaron contaminar por corrientes foráneas que desdibujaron el rostro de las tradiciones.

Asegura que gracias al apoyo que se recibió del maestro Jorge Velosa y otras personas se ha podido generar arraigo e identidad en esta región donde floreció el movimiento carranguero que hoy se extendió a todo el país y otras latitudes del mundo.

Cuando íbamos a hacer la primera versión, previamente hablé con el maestro Velosa y le expresé la necesidad que el evento tuviera un nombre que lo distinguiera de los demás que se hacían, él me sugirió «convite» y así quedó y «cuna» porque toda esta región es la tierra donde nació la Carranga, asegura Eduardo Villareal.

Durante estos años se han presentado en cada versión un promedio de 18 a 20 grupos de todo el país y desde 2008 se han vinculado las escuelas de música campesina, porque la Carranga ya no es solo de Boyacá sino de Tolima, Nariño, Santanderes, Cundinamarca y de otras regiones donde se interpreta y se cultiva.

«Cada año debemos hacer muchas gestiones y esfuerzos para que este evento no muera y es que el nuestro, a diferencia de otras actividades, tiene el sustento en el aprendizaje de los niños a través de las escuelas de formación, es decir que no es un certamen pasajero sino todo un movimiento que asegura vida en el tiempo porque que son los niños los que están inmersos en el aprendizaje de los instrumentos acústicos y de esta filosofía musical que los ha enseñado a ser mejores seres humanos, analíticos, creativos, ingeniosos, así como a través de la literatura, el coplerío, las retahílas y las cantas se ha desarrollado su lenguaje de manera positiva y es que así son los niños en esta cuna carranguera», puntualiza Eduardo.

Con la llegada de la crisis y la pandemia el evento está en riesgo y Eduardo solo espera que la Gobernación de Boyacá, el municipio de Tinjacá y los demás estamentos de la empresa pública y privada se sumen al convite para no dejar morir este movimiento carranguero donde los niños cosechan su arraigo en parcelas de vida.

En dialogo con el maestro Jorge Velosa, el juglar dijo que este es un evento y una escuela que vale la pena respaldar porque está en juego la formación de los niños, la protección de las manifestaciones de la identidad y la valoración de la sabiduría popular de nuestros campesinos.

Boyacá Sie7e Días apoya y respalda el Convite Cuna Carranguera e insta a las autoridades a rodear el sueño de los niños para que no dejen de sonar sus tiples, requintos, guitarras y guacharacas y que en ellos se sigan cultivando el amor por lo nuestro como única forma de crear para ellos futuros posibles.