Días de enmascarados – Martha Patricia Moreno – #Columnista7días

Creo que a los sogamoseños no nos afectará mucho la pandemia: somos hijos de la industria y durante toda la vida ha chorreado lluvia contaminada sobre nuestras cabezas, y aunque ya no veamos quién es quién en este pueblo de enmascarados, ¡somos la legión de sobrevivientes!

Al mirar el mundo desde la anécdota, nada más extraño que la vida cotidiana, y el primer sentimiento de pánico lo experimenté una mañana por la carrera 11 y en plena vía pública, cuando un patrullero me exigió la cédula, mientras que, en el oscuro anonimato vespertino, un enjambre de enmascarados observaba con ojos de espanto esta red de triviales miserias, como diría Borges.

Ya hemos soportando cosas malas, pues también resistiremos cosas peores. La pandemia pasará y nos cambiará como en los años 80, donde se gozaba del sexo y llegó el Sida y la culpa regresó al cuerpo; ahora los que gozaban de la vida pública, les llegó el distanciamiento y el miedo los regresó a casa; esa inteligencia social   nos hará victoriosos, además somos boyacenses y tenemos la capacidad de transformar el sufrimiento en epopeya.

Siempre hemos vivido en la contaminación, es justo adaptarse a la situación con tranquilidad. Pero, ¡pilas Alcaldía!  En tiempos desesperados hay que tomar medidas desesperadas, ¿pero, abrir   el comercio y encerrar a los compradores?  ¡Qué lógica tan perversa les resulta administrar el miedo!

Coletilla: Regrese a la cama y duerma, y si mientras se acaba el mundo, algún enmascarado les avisará.