Un mundo mágico por la radio virtual

Beatriz Lucía Fernández es una Boyacense inclinada, desde temprana edad, por la música y todo aquello que, como el arte, despierta sentimientos inéditos y fascinantes.

Beatriz Lucia y Juan Pablo los productores del proyecto radial Foto: Archivo Particular

Decidió alternar su talento con el periodismo y desde entonces se ha dedicado a investigar y aventurarse en la realización de proyectos con una inmensa dosis de sensibilidad.

Luego de trasegar en la radio por varios años, Beatriz Lucia nos sorprende con un proyecto al que ha llamado “Mundo de Betina Bambú”, un programa radial infantil dirigido a la familia donde viven pequeños oyentes, en edades de 5 años en adelante y que realiza junto con su hijo Juan Pablo.

«Aquí podrán aprender, de forma divertida, conocer a personajes geniales que poseen altruismo, conocimiento de artes como música y dibujo, además se constituye en un recurso pedagógico de carácter lúdico para los profesores, porque tiene en su contenido vocabulario, narrativa y consejos para ser mejor persona», dijo la comunicadora a Boyacá Sie7e Días.

Mundo de Betina Bambú: Foto: Archivo Particular

En cada programa “Betina” entrevista a un personaje, pero si nos sumergimos en este fantástico mundo infantil entonces “Súper G” nos enseñará con sus interesantes consejos, “Hipo Simón junto a Betina” nos invitarán a su granja de pasatiempos; y otros personajes como “Castor Eco, La Ballena Franca Alegría, Edmundo Quejetas, Max Honey (la abeja real), Lázuly (el fan número uno del programa), y el señor locutor”, irán apareciendo poco a poco para revelar mágicos instantes en un mundo irreal de sueños y fantasías.

Los pequeños escritores pueden también participar con sus poesías y creaciones literarias y de vez en cuando habrá un periodista infantil invitado que nos sorprenderá con sus refrescantes notas.

Ingrese entonces a www.vivirconsabiduria.uno y emprenda un viaje por la narrativa infantil para volver a los valores en familia y disfrutar de contenidos didácticos, hechos con esmero y disciplina, si se tiene en cuenta que por cada programa de 30 minutos hay que dedicar entre dos o tres días de producción.