¿Protocolos o incrementos? – José Ricardo Bautista Pamplona – #Columnista7días

Cuando escuchamos los anuncios del gobierno nacional y la expedición de nuevas normas y decretos jamás nos imaginamos qué hay detrás de ellas y cuál es la diferencia entre ese mundo perfecto de papel y la cruda realidad.

La indumentaria y los protocolos son cada día más exigentes. Foto: Fotografías/Boyacá Sie7e Días

Boyacá Sie7e Días consultó a varios galenos en diferentes áreas quienes pidieron mantener sus nombres en reserva y señalaron que para cumplir con las normas y los protocolos exigidos por el ministerio de salud los costos son muy altos.

Añadieron que los insumos, drogas, implementos, material médico y elementos desechables están por las nubes y no existe controles para estandarizar los precios sino por el contrario cada día se aumentan más y se vuelven inalcanzables para quienes los deben adquirir de manera obligatoria.

En el caso de los odontólogos por ejemplo, la normatividad dice que al paciente se le debe suministrar: bata, gorro, tapabocas y guantes (todo desechable), polainas, babero y gafas con especificaciones técnicas aplicables.

Además de esto a su llegada al consultorio debe ser desinfectado de pies a cabeza. Desinfección –  un término que está de moda y que muchos aún y a estas alturas no han asimilado porque para que se apliquen las normas de desinfección los centros médicos deben convivir ahora con elementos como: amonio cuaternario de quinta generación, alcohol etílico, benzaldina, agua estilada, hipoclorito de sodio, gel de alta gama entre muchos otros químicos que en el mercado cuestan tres o cuatro veces por encima del precio registrado antes de la pandemia.

Ahora bien miremos cómo debe estar el médico para recibir al paciente. Dice la norma que el galeno debe llevar de manera obligatoria: traje anti fluido y traje quirúrgico, tapabocas N95, polainas, gorro de oruga desechable, doble guante desechable, visor amplio que cubra cara y cabeza, mono gafas con cubiertas laterales que rodeen completamente el entorno, además se debe tener el termómetro de alta tecnología para aplicarlo y revisar la temperatura del paciente que no debe superar los 38.2 °C

Pero ahí no termina todo porque esta indumentaria no es solamente para el médico y el paciente ya que todos los trabajadores la deben llevar puesta secretarias, asistentes y en general el personal que se encuentre dentro de las instalaciones y dicen las auxiliares que son elementos tan pesados como si se tratara del uniforme de un astronauta para ir a la luna.

Los consultorios deben tener tapetes especiales de limpieza de zapatos las áreas totalmente desinfectadas y todas las superficies incluyendo tubos, sillas, camillas y unidades médicas deben estar forradas con dos capas de papel adhesivo, una para aislar el material de las unidades y otra para cada usuario, el cual debe levantarse y desecharse entre un paciente y otro.

Añadieron los galenos que antes el precio por paciente una hora de valoración era de $26.000 pesos, ahora con el cumplimiento de todos los protocolos se subió a $96.000 por paciente y eso sin hacer cuentas de todos los gastos administrativos y operativos.

Hoy a raíz de la pandemia todos los usuarios buscan una atención personalizada e integral cuándo acceden a un centro hospitalario o un consultorio y la norma obliga también a que antes que el paciente llegue se le ha debido hacer una consulta virtual para una valoración previa.

Muy bien por el ministerio que redacta e impone estas normas, muy bien por las secretarías de salud que son las que regulan y vigilan el cumplimiento de las mismas, muy bien por los folios y contenidos ampliamente descritos en los decretos, muy bien por las recomendaciones y las imposiciones; sin embargo las preguntas vuelven a ser las mismas. ¿Quién paga estos costos?, ¿quién responde por el incremento en el valor de los insumos?, ¿quién o a quien se le carga el valor de los accesorios y los trajes desechables para dar cumplimiento a los protocolos?, ¿quién regula los precios de los insumos y la proliferación de mercados negros de usuras?

En fin son tantos interrogantes que no se explica cómo en momentos de crisis en lugar de bajar los precios siguen subiendo de manera irracional para cargarle la mano a los mismos que siempre responden por todos los platos rotos desde la llegada de la pandemia, los empresarios y el pueblo que al fin y al cabo son lo mismo.

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