Comunicaciones estratégicas reales – Pregones – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Una sociedad informada en su democracia no puede ser ajena a los vaivenes de los gobernantes de turno, a sus caprichos o sus intereses y lo que es peor a las pésimas asesorías que reciben para alejarse, figurar o ni fu, ni fa; cuando se les debería obligar a estar al frente de la batalla, que todos estamos enfrentando.

El silencio no hace bien por diplomacia, las espirales no tienen rigor científico, inexpertos no les pueden dar órdenes y lo que debe saberse no puede ser a punta de redes sociales o por grupitos de WhatsApp.

En campaña ganan votos, aduladores, adeptos y hasta voceadores gratuitos (eso creemos) “…para que cuando sea elegido cuenten con que voy a cambiar la relación con los medios, ahí estaré, cuente conmigo, tiene mi número directo para que nos comuniquemos, no tendré barreras y mucho menos me dejaré condicionar…” a voz en cuello.

Día de la posesión y todo giró 180 grados. Primeros meses se dañaron los canales, ponen asesores, jefes, enlaces y hasta los de seguridad son los que definen. ¿Así será durante los 43 meses que les quedan?

Ya están haciendo cálculos para elecciones del 2021 y es que una pandemia los cogió por fuera de base, de la realidad y de que lo público se maneja con el día a día y no con repetir libretos de sus mentores o jefes. Esto no obedece a colores, sino a la necesidad de estar conectados.

El juego de hacer noticias con entregas de mercados, videos y fotos o transmisiones en directo para que sea la forma de gobernar, que si no tiene redes pues que pregunten, que si nos publican los cortes subidos en los medios oficiales les agradecemos por el eco y estarán en sus afectos… Así no es y en nuestro departamento se cuenta con dolorosos y mal recordados personajes.

La publicidad a los actos oficiales, a las apuestas de sus sectoriales, a sus campañas para llegar a las comunidades y a los programas para satisfacer necesidades debe obedecer a saber comunicar, con estrategias tradicionales y modernas, reales y con recursos. Gratis no funcionan.

Llegó la hora de replantear lo que no ha funcionado, lo que ha generado un abismo, que ha desgastado un poder electoral y hasta el futuro, a personas, y que puede llegar a generar un verdadero corto circuito.