Jóvenes: ¡asuman sus retos, pero Ya! – Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez #Columnista7días

Respetados jóvenes de hoy, alguna vez tuvimos el gusto, placer, honor, gustico, sabor, sensación y privilegio de ser igual de jóvenes que ustedes…

Mi llamado es porque en una coyuntura del mundo, como la que atravesamos, ustedes no pueden ser descomplicados, desinteresados o irresponsables para con los retos del mañana. Así lo hicimos entonces y esperamos que en el balance no hayamos quedado al debe, pues cumplimos las tareas con responsabilidad, compromiso y haciéndolo lo mejor posible, no apegados a calenturas, a figuraciones, no dejando principios y ética a la deriva, a lo mejor fuimos muy tajantes, muy cerrados, muy conservadores… pero si tuvimos fallas, que las asumamos los que así lo hicimos, pero no señalar y dejar así.

Ver en las actuales campañas que la decepción es inmensa para quienes jugaron con el caballito de batallas de ser la juventud que reclamaba más oportunidades, espacios, cargos, vocerías y representatividad… ¿para qué?, sus resultados, sus balances, sus logros, sus actuaciones y sus formas de actuar dejan mucho que desear, incluso para lamentarnos de la falta de cátedras de historia, patrimonio, civismo, comportamiento, etiqueta, protocolo y deberes-derechos en sociedad. Construir procesos pedagógicos modernos y actualizados en los horarios de marchas.

Es la hora de empezar, o dar continuidad a los pocos logros, pues constituirse en consejos de juventud, reconocidos cómo debe ser y determina la ley, burlarse y ser burlados por los de turno, incluidos en las estructuras de campañas para que puedan luego decir, ufanarse, cobrar, que ahí los tuvieron en cuenta, ser llevados a llenar directorios, salones, auditorios, plazas o redes sociales y eso no es lo que sus congéneres estaban esperando, y mucho menos la modernización, renacer y puesta en marcha de las nuevas ciudades, entornos y departamento-país, que anhelamos todos.

No es de edades, es de salvar el mundo que fuimos degradando por segundos, no es de estratos sociales o líneas, es por quienes deben asumir obligaciones, cargas, competencias y tareas para que con sus títulos, conocimientos, experiencias, gestiones y manejos se tengan las ciudades ansiadas.

Cada uno se va identificando con sus grupos heterogéneos para la rumba, la cultura, las creencias, las causas políticas e incluso de las ideologías, filosofías y energías poderosas para superarnos, destacarnos, triunfar y hacer un proyecto de vida. Todo con trabajo, dedicación y esfuerzos limpios.

Las trincheras nos han hecho mucho daño, en todos los niveles y tendencias, y por ello no es hacer eco, pregonar o imponer las que por resentimiento satisfacen egos, posturas o mesías de colores… esto tiene que tomar forma, en democracia estar informados y formados, buscar los ámbitos de crecimiento y complementación, de innovación; y atiendan ésta respetuosa columna, es por todos…

El quedarnos callados por conveniencia hace más daños. Ya desde la edad de 12 en adelante solicitábamos unos minutos u hora para ejercer, laborar y progresar.  No se hace hoja de vida fácil.

Reflexionamos a la voz de sugerencias y comentarios de nuestros lectores y seguidores, y por ello pusimos el radar sobre lo que todos vemos sucede en las calles, colegios, universidades, trabajos y en las familias… y en búsqueda de respuestas a lo que se nos avecina y a lo que no podemos ser inferiores, seguir en el umbral, o seguir asqueándonos de lo que vamos conociendo -en los altos niveles- de quienes toman las decisiones o nos gobiernan. O dejan de gobernar para activar su yo.

Frente al tarjetón, que nos tocará el último domingo de octubre, asumamos la conciencia de saber marcar la X que definirá -sin vanidades- el porvenir; y no tener que llegar a extremos para estigmatizar posiciones, matarnos, agotar los recursos naturales, atender los contenidos verificables en medios tradicionales y absurdas redes sociales, para llegar con tranquilidad a la jubilación. ¡Ya!

*Por: Ricardo Gabriel Cipagauta Gómez.  @ricardocipago