La educación en tiempos de COVID, una mirada a los procesos educativos de Tunja

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La COVID-19 ha tomado por sorpresa a la población mundial; en tiempos en donde los avances tecnológicos son el pan de cada día, la actual situación ha demostrado que, pese a los constantes esfuerzos para mantener la ‘normalidad’ laboral, académica y hasta emocional, a través de la virtualidad, ha sido imposible.

Tunja, La Capital Que Nos Une, que ha sido ejemplo nacional en la toma de decisiones para prevenir la propagación de este virus, no se ha quedado atrás en la implementación de estrategias, esta vez, para que los niños, niñas y adolescentes de la ciudad puedan continuar con sus actividades académicas y garantizar así su derecho a la educación.

José Moreno Villamil, jefe de esta cartera en la ciudad, asegura que desde la dependencia se ha desarrollado un trabajo articulado con las diferentes instituciones educativas para lograr alcanzar a los 23.592 estudiantes matriculados en los 14  colegios oficiales de la ciudad y a los 14.248 vinculados a los 112 colegios privados de la capital.

“Hemos buscado que tanto el material virtual como físico que llega a los hogares sea razonable, porque nos interesa mucho la salud mental de los menores y sus familias y que los procesos pedagógicos hagan parte no solo de las normas de prevención de salubridad y sanidad sino de convivencia familiar”, explicó el Funcionario.

El Secretario de Educación además aseguró que tampoco quieren que los menores que no tienen acceso a las nuevas tecnologías se sientan discriminados, y que por eso se buscan junto con los rectores, administrativos y docentes, metodologías para facilitar la educación en casa de los menores.

A esto se suma, el que desde esa dependencia, además, se hizo el acompañamiento al proceso de llegada y posterior entrega de 665 computadores atendiendo los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional.

Pero además, con el fin de atender a la comunidad académica, la Secretaría de Educación  fortaleció durante las fases de contención y mitigación los canales de comunicación con estudiantes, padres de familia, docentes, administrativos y rectores a través de la plataforma SAC (Sistema de Atención Ciudadana), por medio de la cual, a diario, funcionarios de la Alcaldía Mayor de Tunja atienden las peticiones de esta población y logran mediar con las Instituciones Educativas públicas y privadas para llegar a acuerdos que propendan por el desarrollo adecuado de las jornadas académicas.

En Tunja hoy más de 23mil niños de las instituciones oficiales desarrollan a diario actividades escolares, pero ¿qué pasa con su salud mental? ¿Cómo está su ambiente familiar? ¿Es posible acompañar a las familias a través de la virtualidad?

Catalina Acosta, coordinadora de las Zonas de Orientación Escolar ha conformado un equipo de profesionales, uno para cada institución oficial, que constantemente escucha, dialoga e interactúa con los menores y sus familias no solo para ver los avances académicos de los niños, niñas y adolescentes, sino para conocer cómo se desarrolla su ambiente familiar, si hay estrés, violencias o incluso abusos; este apoyo ha contribuido a que se prevenga, en alguna medida, la violencia intrafamiliar.

En desarrollo de esta labor, han hecho más de 400 seguimientos familiares vía telefónica y más de 380 visitas domiciliarias por video llamada a las familias de los estudiantes, continuamente se hacen acercamientos con los menores  que, de manera voluntaria, están en la estrategia de pares para pares, además, elaboran talleres y  guías de orientación en temas de regulación emocional y salud mental, vínculos afectivos y familiares, habilidades para la vida y hábitos de estudio a las familias las cuales retroalimentan lo elaborado y trabajado por medio de fotografías.

Otro de los aspectos de relevancia para la garantía del derecho a la educación, es la entrega del paquete nutricional, ración para preparar en casa, que ha llegado como complemento en la alimentación de los estudiantes.

Este paquete se construyó bajo los lineamientos del Ministerio de Educación Nacional y la Gobernación de Boyacá y está compuesto por lácteos, alimento proteico, cereales, azúcares y grasas, el cual es entregado bajo estrictas normas y parámetros de bioseguridad para evitar contagios por COVID-19.

Nadie estaba preparado para una situación así, pese al sinnúmero de  dificultades que se han presentado, un equipo de personas trabaja sin descanso para que los más pequeños y vulnerables de la Capital puedan recibir sus clases en un ambiente familiar de armonía y seguridad.