El personero de Coper, al que lo acusan de ‘nazi’, de antisemita, de su gusto por las pistolas, se refirió uno a uno a sus escándalos #LaEntrevista

Carlos Ernesto Fajardo Castiblanco, el polémico joven que desde enero pasado es el personero de Coper, un municipio ubicado en el occidente de Boyacá, y que se ha visto inmerso en diferentes escándalos relacionados con armas, nazis y que es acusado de ser antisemita, le entregó su versión a Boyacá Sie7e Días.

Carlos Ernesto Fajardo Castellanos. Fotos: Archivo Boyacá Siete Días

¿En dónde nació usted?

Soy oriundo del municipio de Coper, pero por el trabajo de mis padres, que es un médico (él ya pensionado) y una administradora de empresas (trabaja en la Gobernación), estudié parte de mi primaria en Coper y luego en Tunja en colegios como el Salesiano, Los Ángeles y el Militar.

¿Qué tan buen estudiante era?

Fui el mejor Icfes de mi promoción en 2007 y el décimo mejor puntaje de Boyacá. En ese entonces me gané la beca de la Gobernación que se llamaba Pedro Pascasio Martínez, pero que el gobierno de Amaya le cambió el nombre por John Alexander Pérez o algo así. Lo cierto es que era para estudiar en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (Uptc).

¿Y aprovechó la beca?

No. También pasé a la Universidad Nacional, a la Universidad de Los Andes y a la Armada Nacional, por la que me incliné y allí estuve, en la Escuela Naval de Cadetes durante 3 años y medio, antes de salirme voluntariamente.

Pero usted es abogado ¿no?

Claro que sí, estudié leyes. En el 2010 comencé a estudiar derecho y ciencias sociales en la Uptc y también estudié becado, porque fui monitor grado A de la línea de derecho público durante siete semestres y así mismo estudié becado la maestría en derechos humanos en la misma universidad. Además de ser abogado, soy comunicador social.

¿Y en dónde estudió comunicación social?

No, no fue un título universitario, yo no estudié esa carrera, fue por un título honoris causa por el reconocimiento al trabajo de grado de mi maestría, que fue una investigación periodística sobre sucesos infortunados donde perdió la vida el estudiante Ricardo Molina Anzola en una confrontación violenta en el año 2012 con la policía.

¿Y cómo se dio ese honoris causa?

Pues fue una tarjeta profesional que me la entregó la Asociación Colombiana de Periodistas (ACP), en octubre de 2019.

¿Qué ha hecho en su vida profesional? ¿En qué se ha desempeñado?

En junio de 2015 comencé a judicar en la oficina de control disciplinario de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia.

¿Cómo resulta en el tema político?

Desde el colegio y luego como miembro de la Armada, siempre tuve liderazgo y en la universidad ayudé en muchos procesos y no en vano varios upetecistas se han desempeñado como políticos. Lideré campañas al Consejo Superior y ahí me hice muy visible.

¿Por qué se hizo visible en esa elección?

Claro que sí, competimos y le ganamos a Carlos Amaya con la representación del representante de los estudiantes ante el Consejo Superior con la sede central, con José Daniel Tumay Guevara.

¿Y al Centro Democrático cómo llegó?

Llegué cuando comencé a apoyar la campaña de Guillermo el ‘Mono’ Sánchez a la Asamblea y ahí comienza nuestra labor en el partido.

¡Y llegó a ser inclusive el líder de juventudes
del Centro Democrático en Boyacá!

Esa elección, en la que se derrotó a los candidatos de Amaya, se muestra como un proyecto fuerte y yo llego a ser el presidente de juventudes en Boyacá entre 2017 y 2018.

¡Pero ya son varias acusaciones en su contra y desde diferentes sectores que lo relacionan con su simpatía por el tema nazi!

No es que tenga inclinación al socialismo o al nacismo. Lo que pasó fue que di cátedra en las diferentes corrientes políticas, todo en el ámbito de la academia. Mi papá es médico y él estudió en la Unión Soviética y por esto me llama la atención lo que es cultura general: historia europea, latina en todos los contextos económicos, sociales, políticos, históricos. He sugerido algunos contextos históricos y del holocausto, la huida de muchos líderes nazis y todo.

¿Es decir que si tiene cierta simpatía por el tema nazi?

No. Por ejemplo, el nacimiento formal de los Derechos Humanos tiene como antecedente el fin de la Segunda Guerra Mundial y en mi profesión como abogado me gusta formarme y es evidente que la Segunda Guerra Mundial fue muy importante.

¿Y el audio de WhatsApp que le generó el escándalo reciente en Coper?

Eso lo filtró una sobrina de la alcaldesa, pero fueron sacadas de contexto. En la denuncia que hicieron a La W radio se alcanza a escuchar que fue del 9 de noviembre de 2017.

¿Pero, esa es su voz, o no, hablando de armas, nazis y judíos?

Digamos que esto obedece a retaliaciones por el control que vengo haciendo a la Alcaldía por el malgasto de los recursos públicos y es una cortina de humo con la que buscan callarme afectando mi buen nombre. Ya no me sustenta solo mi voz, sino que hay una tutela a favor.

¿Quién comenzó este reciente escándalo?

La persona que me denunció en medios, Willintong Andrey Cortés, que es uno de los contratistas de la Alcaldía y ya existe una sentencia judicial en la que me dan la razón de que todas esas denuncias son falsas y por esto él debe retractarse. Ya me tutelaron mis derechos fundamentales al buen nombre y le ordenaron quitar de su cuenta de Facebook todo lo que dijo de mí.

¿Y cree que el señor lo va a hacer?

El plazo se vencía anoche a la medianoche, y debía retractarse en las redes sociales del señor. Voy a esperar si la cumple y si no iniciaré una acción de desacato; inclusive contemplo la posibilidad de obligarlo a que se retracte por La W y demás medios en los que enlodó mi nombre.

¿A qué acudió usted a la Inspección de Policía
de Coper y por qué lo multaron entonces?

Por dos motivos acudí: porque el señor Willintong Cortés me citó a una conciliación y porque yo apelé una sanción que se me imponía en un comparendo que se me hizo ese día. El señor Willintong Cortés se contradecía y por eso esta reclamación también salió a mi favor.

¿Deja usted en el ambiente una posible
retaliación, una persecución en su contra?

Eso no lo puedo afirmar yo. Todo esto comienza cuando yo, por coincidencia comencé a hacer denuncias en contra de la alcaldesa y sus contratistas.

¿Qué teme usted entonces o qué es lo que insinúa?

No lo insinúo, eso sí lo afirmo porque tengo cómo demostrarlo y es que hay una campaña de desprestigio montada en mi contra, coincidencialmente orquestada por contratistas y personas con vínculos de consanguinidad con la alcaldesa.

¿Quién es la alcaldesa de Coper, según usted?

Según yo, no, según los fallos y notas de prensa que cualquier persona puede consultar. Esta señora es la hermana de Rogelio Nieto Molina, persona que se encuentra extraditada y sentenciada a 15 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico.

¡Igual, los delitos fueron de él, no de familiares! ¿O sí?

Lo que pasa es que él (Rogelio Nieto) ya había sido alcalde en Coper y la Agencia Americana de Drogas, es decir la DEA, le comprobó que cuando era alcalde delinquía con tráfico de sustancias, concretamente de cocaína y la señora hoy alcaldesa era la gestora social.

¿Y de dónde viene su enemistad con la alcaldesa?

No tengo ninguna enemistad con esa señora, yo soy una persona que me ciño siempre a los procedimientos legales, a los procedimientos constitucionales. Lo único que hago es cumplir mi trabajo y proteger a la comunidad, velar por la transparente inversión de los recursos públicos.

¡Astrid Castellanos, la directora de la Casa de la Mujer en Tunja, dijo que le revivirá un proceso de maltrato contra su novia!

La señora en los términos de ley tiene que rectificar lo que dijo. Yo le solicito que ella rectifique la información que transmitió y que es falsa, de lo contrario que asuma la defensa en los estrados judiciales, ya que es difamatoria.

¿Pero qué pasó entonces? ¿Eso nunca ocurrió?

Jamás podría secuestrar a una persona y en mi misma casa. Ahí están los videos de la recepción del conjunto y eso nunca pasó. Creo que estaba de una forma fantástica acusándome y esta señora de la Casa de la Mujer me denunció.

¿Y entonces qué pasó, o qué cree que pasa?

Ese es un caso ya investigado, en términos jurídicos: si es que la señora no los conoce, a una persona no la pueden juzgar dos veces por el mismo caso, por eso no es lógico que se reviva esa investigación, esa es una de las premisas y garantías del derecho penal colombiano.

¿Y usted conoce a la señora Astrid Castellanos?

No solo la conozco, sino que estoy seguro de que con sus palabras deja ver el odio de ella hacia mí, pero esto no es nuevo, desde que yo era estudiante, ella hizo hasta lo imposible por hacerme echar de la maestría. Me hizo abrir más de 10 procesos en mi contra y todos fueron archivados.

¡También se le acusó de amenazar a unas periodistas!

Falso. La señora que ha salido una y otra vez en Noticias Uno, jamás ha dicho que yo la amenacé, si así lo hiciera tendría que responder penalmente. Dice que la amenazaron supuestas cuentas falsas, pero nunca me ha puesto a mí siquiera una queja.

¿Y de sugerir la creación de una especie de
policía nazi, Gestapo o SS en Tunja?

Otra falsedad. Nunca pudieron comprobar que esa fuera mi voz.

¿A qué cree que se debe ese supuesto odio hacia usted?

Pues para nadie es un secreto el tipo de persona de la que estamos hablando. El hecho de que yo tenga muy claro que una familia debe estar constituida por un hombre y una mujer, no le da derecho a esta señora a que por su ideología de género me ataque de esta manera.

Pero personero, ¿las culpables de sus escándalos
son solo la alcaldesa y la señora Astrid Castellanos?

Pues uno debe aceptar sus errores. Hace unos años tuve problemas con la ingesta de alcohol, pero pasé del anonimato al desprestigio porque me señaló Gustavo Petro, y en base a eso, en el exceso en la vida nocturna, se presentaron diferencias con mi pareja sentimental de entonces.

¡Es decir que lo de su novia sí ocurrió!

Pues fueron altercados verbales mutuos y producto de mi inmadurez de ese entonces ella me hizo acusaciones muy fuertes y eso me generó una tormenta mediática muy terrible. Pero en las mismas investigaciones se comprobó que yo jamás la agredí físicamente: yo vivo en el barrio Tejares, que son casas, no apartamentos, como dijo en su denuncia la señora Castellanos.

¿Y las denuncias de Gustavo Petro de que
usted le disparó a su sede en Duitama?

Eso es absolutamente falso, lo que pasa es que en su momento yo era muy visible en el Centro Democrático y recibí acusaciones de parte no solo de Gustavo Petro, sino de César Pachón, el representante a la Cámara, y a él también le gané en los estrados una rectificación a mi favor.

¿Conoce usted las armas, ha tenido pistolas?

Fui miembro de la Armada Nacional y ahí tuve contacto con armas y en el colegio militar, era obvio que ahí tenía que tener contacto con armas, pero nada más.

Foto: Archivo Particular

¡Pero en Boyacá Sie7e Días registramos la
noticia de que usted había sido detenido borracho y con una pistola!

Le repito que reconozco mis excesos de esa época, todo esto se presenta en medio de mis excesos y sí, venía embriagado, pero resulté metido en un problema que no supe ni cómo. Nunca he sido sentenciado por porte ilegal de armas.

¿Y entonces la pistola que presentó la Policía
junto a usted esposado de dónde salió?

Le repito, nunca me han condenado por porte ilegal de armas.

¿Cómo resume usted todo lo que le ha pasado en su vida entonces?

Mi único crimen es haber pertenecido al Centro Democrático en una época de mi vida, eso no me lo perdonan. Me acusan de antisemita, pero irónicamente aquí el perseguido soy yo, al que quieren acabar mediáticamente y a como dé lugar es a mí. A quien le están acabando la vida y la de su familia, la de mis padres, la de mi esposa y la de mi hijo, es a mí, por Dios, ya no más.

¿A qué se refiere cuando dice haber pertenecido?

Pues a que hace rato que no hago parte de ese partido político, al que admiré y con el que me ilusioné, pero he tenido dificultades con los líderes de este partido, ya que encontré varias contradicciones, cosas que no me gustaron, que no es precisamente lo que predican o aparentan y por eso tomé distancia, por eso me retiré de esa colectividad.