Una herramienta clave para lo que viene – Sergio Daniel Vargas Mora – #ColumnistaInvitado @sergiodvargasm

En estos días difíciles, las buenas noticias escasean. Esta columna habló hace unos días de lo que sería una nueva normalidad a partir de la pandemia y los innegables efectos y consecuencias en la manera en que vivimos. Pues bien, es indudable que las realidades y los retos de alcaldesas, alcaldes y del Gobernador en el departamento de Boyacá posesionados hace pocos meses son enormes en relación con lo que viene ocurriendo con la pandemia del COVID-19.

Lo que hasta a finales de febrero era una agenda de gobierno municipal o departamental con una vocación de tres años, se trastocó en mayor o menor medida con el coronavirus. De igual forma, con ocasión de las complejidades institucionales creadas por la pandemia, los plazos para que algunos Planes de Desarrollo municipales y departamentales se presenten están en veremos también. Pero hay una buena noticia.

Si, una buena noticia es el catastro multipropósito. ¿Qué es? Un instrumento para conocer y detallar la caracterización de bienes inmuebles en nuestro país: predios, terrenos baldíos, reservas indígenas, zonas naturales protegidas, reservas campesinas, entre muchas otras categorías. Y es una necesidad mayúscula para alcaldías y gobernaciones.

Las cifras no mienten: solo el 5,68 % del territorio colombiano tiene un catastro actualizado. Y en el ámbito rural del país, el catastro multipropósito es completamente esencial:  el 28 por ciento del país del territorio no tiene ningún tipo de información ni registro catastral. Además, el 63,9 por ciento de registros catastrales están desactualizados.

¿Por qué es una buena noticia para lo que viene que el catastro multipropósito se empiece a implementar? El catastro es la herramienta para calcular y recaudar el impuesto predial. Con el catastro multipropósito, además del cobro del predial, se lograría tener una herramienta fundamental para avanzar en mejores políticas de ordenamiento territorial, de planeación ambiental y de gestión urbana inteligente. En suma, el catastro multipropósito es un elemento clave para tener más y mejor información para que las alcaldías y las gobernaciones tomen mejores decisiones en políticas públicas. Este no es un detalle menor.

Y ya tiene el respaldo legal y normativo: además del CONPES 3958 DE 2019, el Plan Nacional de Desarrollo, reglamentado por la Ley 1955 de 2019, dispuso que municipios y departamentos, junto con esquemas asociativos (áreas metropolitanas, provincias administrativas, asociaciones de municipios, entre otros), puedan gestionar el catastro en sus territorios haciéndolo un servicio público. Y los tiempos para aplicarlos están definidos (ojalá se cumplan): la obligatoriedad de implementar el catastro multipropósito en su primera etapa va hasta el 2022 y en su totalidad hasta el año 2025.

El Banco Interamericano de Desarrollo otorgó un crédito de 50 millones de dólares y el Banco Mundial uno por 100 millones de dólares, además de la inversión del Estado Colombiano, para hacer realidad el catastro multipropósito. La proyección es que con esta plata se logre registrar, actualizar y, sobre todo, conocer a profundidad la realidad catastral de 11´748.087 de inmuebles urbanos y rurales en toda Colombia.

Llegó el coronavirus y tenemos que acoplarnos: un legado interesante que el Gobernador de Boyacá y que las y los 123 alcaldes de municipios de Boyacá pueden dejar en el 2023 es interactuar, gestionar y aplicar esta importante medida del catastro multipropósito en sus respectivos territorios.

La pandemia va a dejar nuevas prioridades: salud pública, saneamiento básico, ordenamiento territorial respetando el medio ambiente, provisión de servicios públicos, entre muchas otras. Y un catastro multipropósito funcional va a traer soluciones para esos problemas en beneficio de la vida de los ciudadanos.

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