Ante la emergencia sanitaria que se vive por el COVID-19 y las disposiciones de cuarentena del Gobierno nacional, departamental y municipal, la Arquidiócesis de Tunja anunció las medidas que adoptará para la celebración de la Semana Mayor.
Monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos dio a conocer cómo se llevarán a cabo las diferentes conmemoraciones de la Semana Santa, que en Tunja es una tradicional celebración y que para este año, a causa del coronavirus, no se cumplirán con las acostumbradas procesiones por las diferentes calles de la capital boyacense.
“Nos atendremos en lo general a lo indicado en el decreto de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los sacramentos: en las parroquias se tendrán solamente las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa”, asegura un comunicado de la Arquidiócesis de Tunja.
La celebración de la Semana Mayor se dispone así:
- Domingo de Ramos: La conmemoración de la entrada del Señor en Jerusalén se celebrará en el interior del edificio sagrado; en las iglesias catedrales se adoptará la segunda forma prevista del Misal Romano; en las iglesias parroquiales y en los demás lugares, la tercera.
- Jueves Santo: En las iglesias catedrales y parroquiales, en la medida de la posibilidad real establecida, los sacerdotes pueden celebrar la misa de la última cena del Señor. Se omitirá el lavatorio de los pies, que ya es facultativo. Al final de la misa en la cena del Señor, se omitirá también la procesión y el Santísimo Sacramento se reservará en el sagrario. En este día, se concederá excepcionalmente a los presbíteros la facultad de celebrar misa sin la presencia del pueblo, en lugar adecuado.
- Viernes Santo: Se celebrará la acción litúrgica de la Pasión del Señor con las respectivas lecturas. En la oración universal, los obispos se encargarán de preparar una especial intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los difuntos (cf. Missale Romanum). La adoración de la cruz con el beso se limitará solo al celebrante.
- Vigilia Pascual (Sábado Santo): Se celebrará solo en las iglesias catedrales y parroquiales. Para el inicio se omitirá el fuego, se encenderá el cirio pascual y se omitirá la procesión. Se hará el pregón pascual, seguido de la liturgia de la palabra; en la liturgia bautismal se mantendrá solo la renovación de las promesas bautismales (cf. Missale Romanum). Posteriormente se celebrará la liturgia eucarística.
Otra de las disposiciones que se van a tener durante esta celebración tiene que ver con la misa crismal (Lunes Santo), pues de acuerdo con la información de la arquidiócesis, “la Santa Sede autorizó posponerla para cuando las circunstancias hayan mejorado y favorecer la participación del clero y los fieles. Por ahora, los sacerdotes procuren seguir usando los óleos y el crisma consagrados el año anterior y en el momento oportuno se indicará la fecha y el modo de esta importante celebración”.
De otro lado, las diferentes celebraciones se realizarán a puerta cerrada, sin la participación de los fieles, a quienes se les invitará para que se unan espiritualmente desde sus casas a través de las transmisiones televisivas, radiales o por diferentes redes sociales.
Las expresiones de piedad popular y las procesiones que enriquecen los días de Semana Santa y del Triduo Pascual, a juicio del obispo diocesano podrán ser trasladadas a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre.
Los oficios religiosos se harán a puerta cerrada y estos se podrán seguir por televisión o radio. No se permitirá el ingreso de los feligreses a las iglesias.