Que no ‘panda el ‘cúnico’ – Carlos Araque – #ColumnistaInvitado

Todo problema en la vida debe tomarse en su justa medida, sin menospreciarlo, ni exagerar.

En el caso del COVID-19 vemos como la paranoia se extiende más rápido que el coronavirus entre algunas personas, mientras que en otros la irresponsabilidad es el síntoma definido.

Se declaró la emergencia sanitaria. Las medidas de prevención y contención, con sustento legal y científico, han sido establecidas y se difunden a través de medios de comunicación, instituciones oficiales, empresas, colegios, redes sociales y hasta charlas de pasillo.

Ahora bien, la xenofobia; el pánico ante cualquier síntoma de gripe u otra enfermedad; el uso indebido de los servicios de salud; las curas milagrosas de teguas, ungüentos o elíxires.

El refugio en iglesias, congregaciones, santos, diezmos o creencias de cualquier tipo no sirven, no se ha comprobado que sirvan y quien diga lo contrario miente y pone en riesgo su salud y la de otros. Pero, entonces, esto no significa que nos relajemos, hay que tomar las recomendaciones con seriedad.

Se ha establecido que para algunas personas, por edad avanzada y enfermedades de base, puede ser grave. Así que, corrigiendo al Chapulín Colorado: ‘Calma, calma, que no cunda el pánico’; la misma OMS que declaró la pandemia, aseguró que esta se puede controlar si todos nos comportamos como debe ser, con sensatez y responsabilidad, siguiendo las indicaciones de las autoridades y especialistas.