El lado bueno del Coronavirus

¿Cuánto tiempo llevaba su familia reclamándole tiempo? ¿Cuántas veces pensó que si usted no llegaba a la oficina, su empresa se acabaría? ¿Cuántas veces criticó el teletrabajo porque pensó que si la labor no se hacía presencial, no iba a haber producto?

¿Se había dado cuenta de que sus hijos, de que sus nietos y sobrinos se crecieron? ¿Que el oficio en la casa no se hacía solo? ¿Que muchos de sus familiares o amigos ya partieron y ni tiempo hubo para hacerles el duelo? ¡Que muchas veces había tarareado esa canción, pero nunca le había prestado atención a su letra! ¿Que si hubiera terminado de leer ese libro usted sería otro?

Una y otra vez nos lo habían reclamado, pero esta vez, a la fuerza muchos de nosotros nos enteramos de una realidad, algo que a diario ocurre en nuestros hogares, esos lugares que decidimos descuidar porque nunca teníamos tiempo más que para llegar a dormir, y eso por algunas horas, porque ni para eso nos quedaba tiempo. ¿Cuántos atardeceres había visto desde su ventana, desde su cama en la última década?

Ahora nos estamos enterando de que los pájaros, sin el ruido de nuestros motores y máquinas, sin nuestra rochela, trinan alegrando nuestro entorno, que ellos siempre estuvieron ahí trinando, pero que un día decidimos subir el volumen a nuestros celulares para escuchar cómo es que trinan en las redes sociales, esas mismas formas de comunicación que hemos convertido en una verdadera alcantarilla, en un circo romano en el que todo el mundo desde las barras trata de despedazar al otro.

¿Sabía que los ríos están volviendo a tomar su curso, que sus aguas se están viendo más cristalinas y que la espesa nube de humo que se posaba sobre nuestro cielo de un momento a otro se fue? ¿Que se han empezado a ver animalitos silvestres que fueron desterrados de su entorno para salvar sus vidas y condenados al exilio?

Sí, aunque nos parezca absurdo, la naturaleza y hasta los integrantes de muchas familias le están dando las gracias al dichoso coronavirus y ahora temen que cuando todo esto haya pasado, nos volvamos a olvidar de todo eso que poco a poco fuimos descuidando hasta llegar al punto de que haya quienes pueden agradecer a esa pandemia que con la amenaza de la muerte nos pudo hacer entender.