Sostenibilidad es el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones actuales, sin comprometer los recursos para complacer las de las futuras generaciones.
Según el informe Brundtland (1987) contratado por las Naciones Unidas, los tres pilares del desarrollo sostenibles son: la protección medio-ambiental, el desarrollo social y el crecimiento económico; un trípode, en el que se soportan los criterios de sostenibilidad, y si uno de estos pilares se debilita, todo el sistema se desequilibra y puede colapsar.
En 1987 las dinámicas naturales del planeta se desenvolvían todavía en tales condiciones, que los impactos del desarrollo social y económico no generaban situaciones de desequilibrio en los sistemas naturales de la vida.
Desde esa época(43 años) se oían las voces de los naturalistas y ecologistas alertando con premoniciones preocupantes, para evitar que la humanidad llegara a las condiciones críticas actuales.
Cuando los tres pilares flaquean con manifestaciones cercanas al colapso o punto de no retorno, todo esto, alimentado por las ansias de poder irrefrenables, en las que navegan los oídos sordos del atropello a los recursos naturales no renovables y escudados en satisfacer las necesidades de la ciencia, tecnología y el desarrollo.
Sin explorar otras alternativas que atiendan la demanda energética de una población desbordante, que ya se codea para reclamar espacios con el vecino, mientras que el poder económico, social y político se concentra en sus necesidades y soluciones, sin importarles la destrucción del planeta.
Hoy, ya, su miopía no les deja ver más allá de sus intereses, mucho menos las posibilidades y las necesidades de la vida en el futuro.