¡Envidia! – #PaisajeCultural – Fabio José Saavedra Corredor, Presidente AESBO

Es definida por la Real Academia Española como: “Un sentimiento o estado mental de dolor o desdicha por no poseer lo que otro tiene”.

Nuestro crédito ciclístico Cochise Rodríguez dijo: “en Colombia la gente se muere más de envidia que de cáncer”, y la sabiduría popular del boyacense la describe gráficamente como: “rezar, no por su buena cosecha, sino porque se pierda la del vecino”, algo así como vacunar el ganado no para prevenir la enfermedad, sino para que el patógeno infecte el ganado del vecino.

Cuando niño oía a mis padres decir que la envidia hacía daño, que enfermaba el alma; o a mis maestros comentar “está roja de la envidia”, “se puso morada de la envidia” y cuando el enfermizo sentimiento alcanzaba máxima intensidad “está verde de la envidia”, hasta llegar al diagnóstico fatal “se va a morir de la envidia”.

En mi infancia fui un aficionado de las series de Warner Brothers: disfruté hasta el cansancio la serie del Coyote y el Correcaminos; la obsesión por hacerle daño a la veloz ave, llevaba al coyote a idear las más disparatadas estrategias, así tuviera que exponerse a los explosivos ACME.

En una de estas aventuras, al envidioso y obsesivo coyote una explosión le cercenó la oreja derecha y desde entonces quedó medio sordo y verde de la envidia. La realidad es que el envidioso sufre sin necesidad: el nocivo sentimiento no deja pensar, quita el sueño, daña la vida y el pensamiento del que se deja llevar; es destructivo individual y colectivamente.

El ser humano nunca estará satisfecho: el bajito quiere ser alto, el flaco quiere ser gordo, la esposa del vecino siempre es la más bella; así se convierte en una cadena que contamina y destruye.

Ojalá que no contagiemos a las nuevas generaciones con esta tara cultural, que ha afectado a las sociedades en la historia.