¡Periodistas mercenarios!

Mañana en Colombia, o mejor, en diferentes regiones del país, se conmemora el Día del Periodista, una celebración que rememora el 9 de febrero de 1791 cuando circuló por primera vez el ‘Papel Periódico de Santafé’, fundado por Manuel del Socorro Rodríguez en Bogotá.

Pero, además del 9 de febrero, otros desde el 2004 celebran el Día del Periodista el 4 de agosto (por la publicación de los Derechos del Hombre de Antonio Nariño), e inclusive hay quienes lo celebran el 8 de septiembre (en homenaje al periodista checo Julius Fucik, ejecutado por los nazis en 1943).

Así es. Ni en la fecha de celebración de este día nos logramos poner de acuerdo los comunicadores. Y eso puede que inclusive hable muy bien de la diferencia de posiciones, de conceptos y de posturas entre periodistas, esas mismas diferencias que deben caracterizar el oficio, pues son las que hacen de este uno de los más ricos y apasionantes del mundo.

Sí señores: DIFERENCIA, esa misma que no entienden muchos de quienes prefieren las toldas del establecimiento para ayudar, apoyar e inclusive aplaudir (lo cual no es que esté mal), pero que olvidándose de la ética del oficio y de que no estarán eternamente allí, pasan a hacer parte del séquito de aduladores y sin pensarlo dos veces se convierten en ‘artilleros’ y ‘francotiradores’ para buscar silenciar a todo aquel que no alabe a su jefe, como ocurrió recientemente en Boyacá y como lo acaba de revelar el periódico El Espectador en su artículo titulado ‘En las entrañas de una bodeguita uribista’.

¡Feliz día del periodista para todos!