Concertar en el bosque seco

Los ánimos estuvieron caldeados durante la Audiencia de Rendición de Cuentas de Corpoboyacá, el lunes 23 de diciembre.

Su director, Ricardo López, expuso avances en temas como disminución de la contaminación en el Valle de Sogamoso, la creación del mecanismo regional de reducción de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento del sistema regional de áreas protegidas, la modelación hidráulica del río Chicamocha, los controles al uso de agua del lago de Tota y al vertimiento de residuos de la truchicultura, entre otros.

A pesar de ello, una delegación de habitantes de Soatá le reclamó con vehemencia por el Acuerdo 002 del 31 de enero de 2019 que creó el Distrito Regional de Manejo Integrado Bosque Seco del Chiocamocha. Argumentan que el tema no fue socializado con la comunidad y que el alcance del Acuerdo lesiona su menguada economía campesina.

Desde la Corporación se expuso la importancia de preservar este ecosistema, se hizo referencia a su progresivo deterioro y a la necesidad de velar por las especies de fauna y flora que de él dependen.

Se mencionaron las alternativas de desarrollo sostenible que el Acuerdo sugiere para que la comunidad pueda convivir armónicamente con el bosque seco.

El camino para resolver este tipo de conflictos no es ni la imposición ni las amenazas o las vías de hecho. La única salida es la concertación. La protección del bosque seco debe conversarse ampliamente entre la comunidad y la autoridad ambiental.

El diálogo civilizado es la lección aprendida de un pasado tortuoso que no podemos olvidar.

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