El 2020 llegará cargado de esperanzas para el departamento por los nuevos mandatarios que empezarán a gobernar el primero de enero.
Y es que como dicen los comentaristas deportivos cuando cambian al técnico de un equipo: “escoba nueva barre bien”.
Hay ilusión por lo que puedan hacer los nuevos alcaldes y el gobernador por sus territorios, la misma expectativa que se repite cada cuatro años.
Pero para que todo no se quede en meras buenas intenciones, es preciso que los nuevos gobernantes integren en sus programas y proyectos a la empresa privada y a las universidades.
Esta es una alianza estratégica que les podrá permitir hacer rendir el presupuesto de inversión, pues con el apoyo de la academia, de la industria y de entidades como las cámaras de comercio es posible planificar y llevar a cabo importantes obras para las comunidades.
En la provincia de Sugamuxi ya se está realizando un ejercicio de cooperación de este tipo, con la Alianza Boyacá Cimienta, que busca fortalecer el desarrollo empresarial y mejorar la productividad y la competitividad en esta región.
Los mandatarios entrantes deben entender que el desarrollo de un territorio se construye entre todos y que las investigaciones de la academia y la visión innovadora de los empresarios puede servirles bastante.