Los políticos

Principalmente por temas del periodismo, he tenido que estar cerca a varias campañas durante casi 30 años y en ese trajinar puedo decir, así muchos de ustedes me lo reprochen, que admiro a los hombres y mujeres que por ambición al poder se someten a tantas cosas para buscar ser elegidos.

Independientemente de si son buenos o malos, de si gobiernan o no, de si son responsables o despilfarradores, de si son honestos con los bienes públicos o en algunos casos ladrones de los recursos del erario, ser político es una tarea muy complicada y difícil.

Hoy hay en Colombia 117.000 candidatos a alcaldías y gobernaciones o a curules en concejos, asambleas y juntas administradoras locales.

Más de 8.053 buscan esas posiciones en Boyacá. Durante varios meses y en algunos casos años, esos políticos se han alejado de sus hijos, han tenido que soportar largas jornadas de trabajo, desvelos, insultos, ataques, ultrajes a sus familias y hasta han tenido que almorzar tres veces el mismo día o jornadas sin comer nada.

Como parte de esa carga también están los debates, que son extenuantes y en los que toca estar pendiente de cada palabra, de cada gesto, de cada detalle, siempre bajo la vigilancia de periodistas o de las barras bravas.

Muchos, de manera irresponsable se han endeudado y hasta hipotecado su casa y a esta hora buscan los últimos recursos que en muchas ocasiones se perderán. Todos están angustiados.

Toda esa carrera y ese trabajo terminarán el domingo cuando la Registraduría selle las urnas y los medios de comunicación comiencen a revelar esos escrutinios que revuelven el estómago y producen a los candidatos y a sus cercanos seguidores ansiedad, zozobra, taquicardia y desasosiego.

A los electores solamente les quedará esperar que los elegidos cumplan con lo que prometieron y a otros les tocará darle consuelo y palabras de aliento a los perdedores. Tal vez en cuatro años…

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