Masacre ambiental en la Serranía de las Quinchas

Camuflado entre la gente, opera el ‘cartel de la madera’. Autoridades arman contingencia en la Serranía.

El bosque de selva húmeda ubicado entre Otanche y Puerto Boyacá, catalogado como uno de los más importantes de Latinoamérica, está siendo destruido por la deforestación indiscriminada. Este, además de ser el sustento de varias familias de la zona, abastece un corrupto y blindado ‘cartel de la madera’.

El lugar, catalogado como reserva natural mediante el Acuerdo 028 del 2008, cuenta con una gran variedad de aves exóticas y también de árboles nativos cuya madera, por su calidad y finura, es la más apetecida y mejor pagada en el mercado, lo que ha llevado a los traficantes de estos recursos naturales a convertir el santuario en el terreno ‘prostituible’ del occidente de Boyacá.

Así lo evidenció Boyacá Sie7e Días mediante acompañamiento a operativos que el Batallón Sucre, adscrito a la Primera Brigada del Ejército Nacional, adelanta en la zona.

Este camión en repetidas oportunidades ha sido reportado en operativos por irregularidades. Durante esta requisa fue incautado. Aquí se realizó la tala de bosque usando permisos que habían sido otorgados para hacer aprovechamiento en otras zonas. La verificación se hizo con el documento que entregó el transportador.

En la región, a simple vista se pueden ver los parches ubicados entre el bosque que describen los episodios de destrucción causados por el hombre, quien, por 20 mil pesos, tala hasta tres árboles para sacar un bloque de buena madera por el cual el transportador recibe en promedio 80 mil pesos en las capitales madereras de Colombia, como Bogotá.

Pero, ¿cómo circula este preciado recurso natural por las vías nacionales? Se le conoce como el ‘cartel de la madera’, cuya escala empieza con el soborno a los campesinos, quienes por dinero o presión prestan las escrituras de sus tierras para, sobre ellas, tramitar los permisos ante las entidades ambientales como Corpoboyacá y la CAR.

Estas, siguiendo el debido proceso, otorgan las licencias para tala de árboles maderables con los que al final los sujetos terminan deforestando otras zonas no autorizadas.

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