Un insecto podría extinguir la producción datilera en menos de 10 años en Soatá.
De la ciudad datilera de Colombia solo va a quedar el nombre, dijo Víctor Manuel Lagos, agricultor de la vereda el Espinal de Soatá.
Explicó que en los últimos meses el tema de conversación que hay en el pueblo es que el cucarrón picudo negro está acabando con la palma del dátil, y que no hay manera de detenerlo.
“Al menos 100 animales van dejando sus larvas dentro de la planta y allí se pueden reproducir aproximadamente 1.000 insectos que van consumiendo la palma hasta dejarla seca”, aseguró el agricultor.
Expresó que, para proteger las plantas, los campesinos están utilizando una trampa que consiste en usar un recipiente con miel para atraer a los insectos y atraparlos allí. “También se están podando las palmas para que en estas no planten sus huevos las larvas”.
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