¿Y los verdaderos gestores culturales?

Los grandes sueños y proyectos culturales requieren de buenos gestores para convertirlos en realidad.

Por estos días se escucha en los círculos culturales la palabra gestor, pero ¿sabemos realmente qué o quién es un gestor cultural? o ¿simplemente se volvió rutina llamar gestor a todo aquel que habla de cultura? Veamos: la palabra gestor viene del adjetivo: “Que gestiona o el que sin tener mando para ello, se encarga de bienes e intereses ajenos”.

Es decir una especie de Quijote benefactor o un Robin Hood que, sin quitarle a nadie, ayuda a los propósitos generales y no individuales. Gestionar significa en términos coloquiales “hacer lobby, conseguir recursos, cristalizar sueños, ‘cargar el balde’, ‘cobrar el córner, cabecearlo y meter el gol’”.

Esas, en términos generales son las funciones de un verdadero “gestor”, difícil de entender por quienes nunca han organizado tan solo una reunión, pero quieren ser invitados a todas.

Se ha vuelto tan necesaria la gestión cultural, que varias universidades incluyeron en su oferta educativa la especialidad en Gestión de Industrias Culturales y Creativas para fortalecer competencias gerenciales y conocimientos estratégicos.

Pero también para el Ministerio de Cultura, nace de la forma como el país se ha transformado en materia de administración y gerencia cultural, y por eso en la oferta de bienes y servicios culturales, en los últimos años, este tema es relevante.

Pero más allá de tener un título, este oficio se aprende en el hacer, en la cristalización de logros y en los resultados que se puedan mostrar como hecho ejemplarizante de tenacidad, sin perder de vista que la academia lo que hace es orientar y enseñar las estrategias y los tecnicismos tan necesarios e importantes a la hora de presentar proyectos para la consecución de recursos.

En Colombia somos una máquina de ideas, muchas personas tienen propuestas, otras han tenido un sueño y todos califican, pero ¿quiénes hacen realidad esos sueños? ¿cuántos llevan a feliz término esas ideas y esas propuestas? y ¿quiénes desarrollan en el corto o mediano plazo esos ambiciosos proyectos que a veces parecen verdaderas utopías en medio del escepticismo?.

Más detalles en la edición impresa de hoy.

-Publicidad-