Boyacenses rechazan el anuncio de las disidencias de las Farc para volver a la guerra.
Temor, zozobra, sorpresa, extrañeza y angustia son las palabras con las que los boyacenses reaccionan al anuncio que hacen algunas disidencias de las Farc de retomar las armas.
La Fundación Paz y Reconciliación había advertido que los grupos disidentes de las Farc se estaban reorganizando para conformar una nueva guerrilla, pero aún así la noticia fue recibida con sorpresa en Boyacá.
Congresistas, alcaldes de las zonas de influencia de los grupos guerrilleros, habitantes del común y otros sectores solicitan a las Fuerzas Militares, Policía y al Gobierno nacional que les garantice la seguridad y tranquilidad en sus territorios.
De acuerdo con el coronel Omar Zapata Herrera, comandante de la Primera Brigada del Ejército, la institución está preparada para reducir a los grupos delincuenciales y defender la paz pactada en Colombia.
“Cuando se desmovilizaron las Farc, nosotros sabíamos de 23 disidencias que no se desmovilizaron, es decir cerca de 1.800 personas de ese grupo delictivo”, aseguró Zapata Herrera. El alto oficial también advirtió que el Batallón de Alta Montaña, ubicado en El Espino, está trabajando para evitar que el grupo de disidentes que opera en Arauca, llegue al departamento de Boyacá.
Cuando se habla del conflicto armado en Colombia, los ataques, asesinatos, secuestros y el cruel accionar en el departamento es desconocido, pero según los históricos consultados por Boyacá Sie7e Días, las atrocidades de la guerra en esta región datan desde 1950 y se recrudecen con el paso del tiempo.
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