Organismos de control investigan la forma como se otorgaron licencias de construcción.
La construcción de dos hoteles en cercanías del Lago de Tota: uno en Playa Blanca y otro en el sector Llano de Alarcón de Cuítiva, desencadenó un escándalo a los alcaldes de estas localidades y Corpoboyacá.
En febrero de este año el señor César Moreno instauró una querella ante la Inspección de Policía del municipio de Cuítiva sobre varias irregularidades en el desarrollo de una colosal construcción en el sector.
“Esta obra no cumple con norma de vía y tampoco con la reglamentación del uso de suelo, el cual es para actividades agrícolas, sin embargo, el Secretario de Planeación de este municipio lo cambió sin que el Esquema de Ordenamiento Territorial estuviera actualizado”, aseguró César Moreno.
De acuerdo con el vecino del sector, en los alrededores del Lago de Tota no se pueden hacer edificios de más de tres pisos y este ya va en ocho.
De otra parte, agrega que Corpoboyacá no ha presentado la licencia de vertimiento de aguas negras. “La Corporación no ha justificado el impacto ambiental y degenerativo de esta construcción.
¿Dónde están los permisos para la altura de la construcción?”, puntualizó Moreno.
De acuerdo con el director de Corpoboyacá, Ricardo López Dulcey, es responsabilidad de la Secretaría de Planeación, y le corresponde a ellos, la vigilancia del uso del suelo, el cual es administrado y es regulado por los municipios “A la Corporación le pedirán la licencia para la disposición de aguas residuales la cual lógicamente les será negada a las dos obras, ningún hotel tiene ese tipo de licencias”, dijo el Director de la Corporación.
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