La arquitectura colonial, ¿imposición o herencia?

Los conceptos arquitectónicos del pasado siguen tan vivos como el grito de independencia.

Fachada casas El Cocuy
El municipio en el que mejor se conserva la historia arquitectónica es El Cocuy, donde cada calle, cada puerta y cada balcón evoca la historia.

A propósito de la celebración de los 200 años del grito de independencia es oportuno indagar a cerca de la arquitectura colonial, para acercarnos un poco más a este concepto y entender que es exactamente a lo que se refiere este término con el que hemos convivido por siempre.

1492 año en el que llegaron los españoles a colonizar las tierras del continente americano y trajeron estilos como el de su construcción colonial.

El vocablo colonial refiere a una serie de sentencias de componentes arquitectónicos que se aplicaron en la época de la conquista. Es decir cuando unos países conquistaron los otros e impusieron sus costumbres y tradiciones, entre las que se encontraban los pensamientos constructivos de sus viviendas.

Casa Colonial Tibasosa
Tibasosa guarda la historia hasta el punto de tener en píe, aún casas de personajes que hicieron parte de la Campaña Libertadora, hace ya 200 años. A este municipio se le conoce como el ‘Jardín de Boyacá’.

Pero no solamente fueron los españoles los que llegaron a América, porque también lo hicieron los ingleses, los alemanes, los portugueses. Entonces la arquitectura colonial es la sumatoria de esas culturas y la influencia de las mismas en América, tras la época de colonización y sumisión del pueblo indígena, para adoptar otras ideologías impuestas por sus colonizadores.

En 1492 llegaron los españoles a “colonizar” las tierras del continente americano y predominaron los estilos de construcción, con diseños traídos de “la madre patria”, la utilización de materiales específicos y la aplicación de ventanales altos con muros espesos y gruesos, la construcción masiva de iglesias y monasterios con fachadas imponentes y grandes portales de acceso que marcó también el estilo de lo que conocemos como arquitectura colonial.

El barro fue trabajado y optimizado al máximo y otros materiales como el yeso forzaron a la explotación de la genialidad de una mano de obra que pareciera haberse convertido en colonizador más de magia fantástica, salida del ingenio nato de las gentes.

Al interior de las casas se construían los jardines y solares para disfrutar de la naturaleza y hacer huertas de cultivos adentro de las viviendas. Los patios grandes de áreas generosas se recreaban alrededor de una pila de agua, en tanto que los corredores circundaban el patio con barandales de madera tallados de forma artística e ingeniosa.

Casas Panorámica en Tunja
En Tunja son varias las construcciones de la época de la colonia que aún se mantienen y se convierten en uno de los atractivos turísticos.

Fue, entonces, la época donde se aplicó la sobriedad sobre la base de una serenidad clásica, con líneas lógicas y geométricas muy definidas, las columnas dóricas que sostenían las arcadas del interior de las viviendas, en tanto que la madera rolliza predominó en las cubiertas de teja de barro rematadas en lomos de color blanco.

Los dinteles se empotraron a los muros para engalanar las ventanas y las puertas y en todos los inmuebles prevalecían objetos como estatuas y elementos simbólicos religiosos propios de la doc- trina de la fe católica con influencia barroca.

La piedra tallada, los azulejos, la bóveda, el diseño de iglesias en forma de cruz latina, los estilos de capillas abiertas, los atrios a la entrada de los templos y otros estilos tenidos en cuenta desde el renacimiento europeo se impusieron de manera determinante.

El Ministerio de Cultura asegura que Colombia le apuesta a un enfoque integral para la gestión de su patrimonio cultural y por eso ha creado la lista de bienes patrimoniales, los cuales son protegidos por el ente público a través de la aplicación de políticas y metodologías hechas para su preservación.

Esto como una forma de proteger y conservar la arquitectura colonial y no permitir su reemplazo por construcciones modernas. Sin embargo, esto no ha sido fácil y hoy vemos inmuebles conservados y restaurados del pasado junto a sofisticados edificios de diseño vanguardista, que riñen uno al otro por sus estilos sin querer afirmar que estéticamente alguno de los dos tenga mayores preferencias.

Gústenos o no, la arquitectura colonial es una heredad de nuestros antepasados y hoy se utiliza como un concepto de soberanía y refinado gusto en medio del surgimiento de nuevos y atrevidos conceptos con “rascacielos” que desafían hasta la misma creación divina.