Como ocurrió hace 100 años, en esta oportunidad el cuadro de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá salió de la Basílica con motivo de la coronación como Reina y Patrona de Colombia.

En aquella primera oportunidad, la imagen fue llevada en una multitudinaria peregrinación desde la llamada Ciudad Mariana hasta Bogotá por orden de monseñor Maldonado Calvo, para los actos liderados por el propio presidente de la República, Marco Fidel Suárez.
Y, precisamente, para conmemorar los cien años de ese inolvidable episodio, el sábado pasado hacia el medio día fue retirada de la nave central para salir en procesión, como ha ocurrido durante los últimos tres días.
El lienzo ha tenido que ser llevado con la autorización de sus custodios para invocar su protección en medio de diferentes epidemias que se dieron en los siglos pasados. Pero no solamente con permiso la imagen ha abandonado la Basílica.
En Chiquinquirá no olvidan que, según la historia, un sábado 20 de abril de 1816 el general francés Manuel Roergas de Serviez arrancó el lienzo con su espada y se lo robó para ser recuperado en Cáqueza (Cundinamarca).
La constante oposición de parte de los feligreses que temen que el lienzo se afecte por la luz, el ambiente y desde luego el movimiento, complica cualquier peregrinación pero al mismo tiempo se convierte en una especie de blindaje para la imagen.
Luego de la ceremonia a la que asistió el presidente de la República Iván Duque, el lienzo de 1,25 por 1,19 metros, regresará a su camarín en la nave central o altar mayor de la Basílica.