Hugo Rojas, el promotor del desarrollo científico en Boyacá

Hugo Alfonso Rojas Sarmiento es uno de los científicos más calificados del país, nombrado recientemente como uno de los 125 miembros correspondientes de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales (Accegyn).

El Dr. Hugo Rojas es Investigador Sénior de Colciencias; ante esta y otras entidades del país y el mundo ha presentado más de 36 proyectos de investigación con los que se ha logrado fortalecer y financiar la investigación del Grupo de Catálisis.

La entidad, reconocida mediante la Ley 34 de 1933 como organismo consultor del Gobierno Nacional en asuntos científicos, resaltó la labor que Rojas Sarmiento ha realizado hace más de 25 años en favor de la ciencia en el campo de la catálisis.

Este mérito evidencia las habilidades investigativas del Doctor en Ciencias Químicas, amante de la investigación, que desde niño soñó con la construcción de un mundo mejor a través de la ciencia.

Hugo Rojas nació en Tunja el 25 de enero de 1959 en el hogar de Hortensia Sarmiento y Marcelino Rojas García. Ella, ama de casa, él, un ejemplar docente boyacense, líder sindical de quien heredó el amor por la educación. Creció en su ciudad natal junto a sus cuatro hermanos, tres hombres y dos mujeres.

Allí, en 1956 se tituló de bachiller del colegio Silvino Rodríguez de donde salió con la visión de incursionar en el campo de la ciencia. Ingresó a la Uptc como estudiante de Licenciatura en Ciencias de la Educación Química y Biología de donde se graduó en 1981. “Sin duda fue en la universidad donde creció mi interés por las ciencias. El profesor Jaime Rojas fue una gran influencia para mí en este aspecto”, refirió Rojas.

Tras recibir el título de licenciado, fue nombrado en permanencia como docente en el municipio de Puerto Boyacá y de allí pasó a laborar en el colegio Guillermo León Valencia de Duitama, donde permaneció durante dos años. “La educación junto con la investigación científica son mis principales pasiones. Son actividades que he realizado prácticamente toda la vida”, explicó Rojas.

Por esto, siendo docente en titularidad, decidió emprender un nuevo proyecto académico y hacia 1984 viajó, junto a cinco compañeros, a México para adelantar la maestría en Ciencias Químicas en la Universidad Autónoma Metropolitana. “Nos fuimos para México prácticamente aventurando porque en ese tiempo salir del país era mucho más complicado; sin embargo, allá me ayudaron muchísimo, por ellos pude culminar la maestría”, explicó.

Hugo había viajado confiado de un préstamo con el Icetex, que al final nunca le fue asignado, pero, gracias a su visible desempeño, la Universidad y el Gobierno de México respaldaron su estadía en dicho país.

De allá no solo trajo el título de magíster, también conoció el amor, pues en medio de las clases, la ciencia y las investigaciones, coincidió con Gloria del Carmen Borda Guerra, una tunjana que igual que él, era licenciada en química de la Uptc y para entonces, adelantaba la misma maestría en México. “Allá me capturó. Cuando terminamos la maestría, volvimos a Colombia en 1987 y nos casamos”, agregó.

Ella pasó a ser, no solo su compañera de vida, sino que también se convirtió en su par en los proyectos investigativos. En 1988 Hugo Rojas se vinculó con el equipo de catálisis de la Universidad Nacional por invitación del Dr. Oviedo, a quien conoció en un congreso de catálisis en Medellín, al que asistió como invitado por su perfil académico.

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