Del matoneo al respeto

Por: Catalina Pulgarín Vallejo

El 2 de mayo se celebró el Día Internacional contra el Acoso Escolar que surge como una forma de llamar la atención y generar conciencia sobre este flagelo.

Sin embargo, se escucha decir con frecuencia que de cuando acá ‘la montadera’ en el colegio se convirtió en Bullying; que en épocas pasadas también existían las burlas, agresiones y amenazas entre compañeros y no pasaba nada, que aquí estamos, sobrevivimos, que lo que pasa es que los muchachos de ahora son flojos, que no se les puede decir nada, que son delicados y que todo los afecta.

Y resulta que sí, sobrevivimos, no nos suicidamos porque de una u otra manera capoteamos las agresiones, pero ello no significa que no existan secuelas. Quizás si no hubiésemos sido víctimas de persecuciones y ataques en la etapa escolar tendríamos menos inseguridades en la edad adulta.

El bullying es real, existe, afecta, y puede llevar al suicidio o por lo menos a tener ideas respecto de ello, lo cual ya es lo suficientemente grave, sin desconocer la gravedad de otros tipos de consecuencias.

Tanto instituciones educativas como familia deben estar atentos a cualquier indicio de violencia de que puedan estar siendo víctimas o victimarios los menores, con el fin de tomar oportunamente las acciones que corresponda; lo anterior sin olvidar que Colombia cuenta con la Ley 1620 del 2013 que pretende contrarrestar el matoneo, que además en ocasiones puede desembocar en la comisión de conductas punibles.

Recomiendo en Netflix la serie ‘13 Reasons Why’ que evidencia situaciones a las que están expuestos los jóvenes y que muchas veces desconocemos.