La ruana para la campaña

“No piense que porque llevo ruana mi mama es una oveja”, reza uno de los dichos populares por estos lados, haciendo precisamente referencia a cómo los campesinos son tanto o más inteligentes y experimentados que cualquier ilustrado, especialista y docto.

Se dice, por ejemplo, que la ruana sirve para todo. Tanto así que hasta la bautizaron la alcahueta, y en eso se ha convertido literalmente para muchos: en la alcahueta de su desfachatez, del engaño, de su mentira, de la forma de mimetizarse para estar a la altura de una fuerza electoral muy importante en nuestro país, especialmente para época electoral.

Son muchas las cosas que se pueden hacer por debajo de la ruana, pero ninguna como las que hacen muchos de nuestros políticos y gobernantes hasta por encima de esta. Ahora se comienza a escuchar cada vez más en el apartamento o la oficina al personaje diciendo “présteme la ruana, que me voy a hacer campaña”.

Puede que la ruana lo aguante todo, pero la invitación a nuestros políticos, que por estos días comienzan campaña y desde luego a esos que nos gobiernan desde el 2016, pero que no han parado un solo día de hacer campaña ‘por debajo de la ruana’, para que usen esta prenda con altura, no hay necesidad de que se disfrace.

Téngalo por seguro que usted es ‘Pepito Pérez’, con y sin ruana.