Los siete pecados de los boyacenses: ¿cae usted en alguno de ellos?

Personal no calificado ejerciendo actividades en puestos de alto gobierno, obras sin ejecutar que pasan a ser ‘elefantes blancos’ y abandono del sector social, son algunas de las consecuencias de actos que se han vuelto parte del paisaje en estas tierras.

Factores como la corrupción, la envidia, el conformismo y la politiquería, los principales pecados de los boyacenses.

Aunque la corrupción es uno de los delitos que más pasa por debajo de cuerda pues, para evitar responsabilizar a quienes pueden ser familiares o amigos, se tapan esas acciones ‘non sanctas’ que terminan en detrimento de las regiones. Pero esos no son todos los males de los boyacenses.

A estos se suman la violencia intrafamiliar, el alcoholismo, los malos hábitos alimenticios y hasta el chisme la envidia y el conformisno que han llevado a la población boyacense a sufrir de falta de oportunidades laborales, a depender del asistencialismo y, a descuidar incluso su propia salud.

Pareciera como si más que una herencia que va pasando de generación en generación, se tratara de una maldición ambientada en muchos casos por la envidia e inclusive la desidia por lo que le duele al departamento. Situaciones estas que, aunque deberían avergonzarnos, quedan en las manos de las nuevas generaciones que son los llamados a cambiarlas, a erradicarlas de raíz.

Ampliación de este artículo en el impreso de hoy.