Hoy es el Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino

El cáncer de cuello uterino es una enfermedad en gran medida prevenible con vacunación, tamizaje y tratamiento adecuado de las lesiones pre cancerosas. El tercero más frecuente en América Latina.

El cáncer de cuello uterino se puede identificar tempranamente cuando se diagnostica con tamización.

Según la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de Salud, el cáncer cervicouterino (cuello uterino) es uno de los cánceres más comunes entre las mujeres en América Latina y el Caribe, donde nueve de cada 10 mujeres mueren en los países de bajos y medianos ingresos. Su causa principal es el virus del papiloma humano (VPH) y afecta generalmente a mujeres que están en edad productiva, por lo que además de la pérdida para sus familias, genera un impacto en la economía de sus países.

En Colombia, el cáncer de cuello uterino es el tipo de cáncer más frecuente entre la población femenina y constituye la segunda causa de muerte por cáncer en esta población. En los últimos cinco años se han registrado en Colombia entre 4.500 y 5.000 casos nuevos y entre 2.000 y 2.200 muertes anuales por esta enfermedad, donde predomina la mortalidad en mujeres de edades comprendidas entre 60 a 69 años de edad. En Boyacá, en el año 2018, se registraron 101 casos nuevos de cáncer de cuello uterino, según el Boletín Epidemiológico.

Para la directora Técnica de Promoción y Prevención en Salud, Mónica María Londoño Forero, un estilo de vida saludable, entendido como la suma de aquellos hábitos que adquiere una persona como responsable del cuidado de su salud, a través de la sana y balanceada alimentación, actividad física regular, consumo responsable de bebidas alcohólicas y el uso de condón en todas las relaciones sexuales, entre otros, constituyen factores protectores de éxito para prevenir esta penosa enfermedad que tantas vidas cobra.“El cáncer de cuello uterino se puede identificar tempranamente cuando se diagnostica a través de la realización de pruebas de tamización cuyos resultados deben ser con sultados prontamente.

De ahí la importancia de que las mujeres aprovechen todos los beneficios que las favorece y asistan a sus controles, se practiquen los exámenes ordenados, los reclamen y cumplan a cabalidad con los tratamientos prescritos por el médico tratante”, manifestó Londoño. Por su parte, la referente Departamental de la Dimensión de Salud Sexual y Reproductiva, Yenny Marcela Lemus Cerón, indicó que es necesaria la práctica de estas pruebas para prevenir esta enfermedad: Citología para mujeres entre 25 y 29 años, una cada 3 años. Prueba de ADN-VPH para mujeres entre los 30 y 65 años una cada 5 años. Inspección visual en cuello uterino, cada 3 años, en mujeres 30 y 50 años.