‘Cocke’, el pintor del Bicentenario

Gran parte de la obra de este artista boyacense, radicado en Boston, recrea la gesta libertadora.

Obra ‘Simona de la Luz’, pintura al óleo sobre lienzo. Representa a la mujer que entregó sus hijos al Ejército, a través de Córdova.

Desde los aguerridos lanceros que vencieron en el Pantano de Vargas hasta la mujer que entregó sus cinco hijos al Ejército Patriota, son personajes que ha rescatado en sus obras de arte el maestro Jorge Armando Gómez Orozco, ‘Cocke’.

Este artista boyacense, actualmente radicado en Boston, Massachusetts (Estados Unidos), se ha dedicado a escudriñar en la historia para encontrar personajes, algunos más anónimos que otros, que apoyaron la gesta independentista. ‘Los Fantasmas de la Libertad’ es una de sus más importantes series pictóricas, en la que evoca al lancero guerrero de las batallas míticas de nuestra historia.

De esta colección hace parte un mural que elaboró en la casona de la Hacienda de Surba y Bonza, donde se emplazó el segundo campamento de la Tropa Libertadora del 15 al 20 de julio de 1819 y donde hoy tiene sede el Batallón Silva Plazas. “Cuando el infante se hace hombre, el jinete guerrero enfrenta la batalla; con el pasar del tiempo se convierte en un fantasma de la libertad”, así describe ‘Cocke’ el mural con el que les rinde homenaje a Rondón y sus lanceros.

En el 2015 fue el encargado de crear un símbolo de Colombia para los asistentes a la Conferencia de Comandantes de Ejércitos Americanos (CCEA). Pintó 28 cuadros de la Batalla del Pantano de Vargas para los ejércitos de América. Generales de 28 países lo condecoraron. Aunque son 28 cuadros iguales, cada uno tiene detalles únicos que imprimió el Artista con su pincel en los trazos sobre el lienzo. “Para esta obra no utilicé máquinas, sino pinceles, lienzos y la mano artística y la creación artística lo humanamente posible”, recuerda el Pintor.

En el 2016 el Ejército Nacional le encomendó al maestro Jorge Armando Gómez plasmar en un cuadro el símbolo colombiano del reclutamiento: Simona de la Luz Duque de Alzate. El Artista asumió la misión con gran entusiasmo y la mayor diligencia. Empezó a investigar sobre la vida de esta mujer paisa y encontró algunas ilustraciones que hacían referencia a ella. En esas imágenes, una de ellas en una estampilla conmemorativa, aparece como una anciana venerable. Para ‘Cocke’ esa no podía ser la representación de una mujer que tuvo el coraje de entregar a sus hijos al servicio de la causa patriota. Profundizó en sus investigaciones, confrontó fuentes y analizó las costumbres de la Antioquia de principios del siglo XIX.

De ahí surgió su ‘Simona de la Luz’. Es una pintura al óleo sobre lienzo, de tres metros de ancho por 2,20 metros de alto, que representa a esa mujer que entregó sus hijos al entonces teniente coronel José María Córdova para que sirvieran a la misión emancipadora. El Maestro boyacense decidió mostrar a Simona de la Luz como una madona, en la soledad de su hogar a los 46 años en su pueblo de Marinilla, en Antioquia. “El pueblo con su iglesia se divisa a través de la ventana, en un paisaje de paz clásico y discreto”, describió la obra el mayor general Marco Lino Tamayo. Las manos de Simona de la Luz están en posición de plegaria sosteniendo la camándula, en un símbolo de fe. El teniente coronel Córdova aparece a su izquierda, al ser figura primordial en esta historia. En su traje, con la camisa negra de época, se representa el luto por los hombres caídos en combate. Aparece también en su vestido el tricolor nacional y detrás de ella, el poncho, carriel y sombrero, típicos de la región antioqueña. “Es una obra extraordinaria y yo les pido ahora que la proyecten y la potencien por todo el país”, afirmó entusiasmado el entonces comandante del Ejército, el general Alberto José Mejía.

Conmovido por la obra, el Oficial le dijo al Pintor: “Usted es un artista de la Patria. Siga apoyándonos para que no olvidemos la historia”. Dentro de la vara central del bastidor de su ‘Simona de la Luz’ ‘Cocke’ escribió: “Amo el universo que le da vida a mi alma, la tierra que me parió, y amo la eterna pasión que produce el arte. Cuando mi corazón deje de palpitar, mi alma encerrada eternamente entre estos lienzos y maderas, seré un fantasma más, como aquellos que pinté en el infinito mundo de mis lienzos…”