En un 73% se ha reducido el impacto contaminante de los criaderos de trucha en Tota

Hasta en un 73 por ciento se ha logrado reducir la carga contaminante de los criaderos de trucha al lago de Tota con la implementación de unos colectores.

En la actualidad hay ocho pisciculturas en el lago de Tota: siete activas y una en reestructuración.

Los productores de trucha de este ecosistema reconocieron que su actividad estaba afectando el recurso hídrico y aceptaron implementar un esquema de desarrollo sostenible.

Están identificadas dos fuentes importantes de nutrientes que afectan el lago: una es el fósforo y la otra es el nitrógeno, elementos que generan la eutrofización (acumulación de residuos orgánicos que causa la proliferación de algas). El fósforo proviene de la actividad piscícola y de las excretas humanas, debido a la falta de una planta de tratamiento de aguas residuales en Aquitania.

“El nitrógeno al lago de Tota lo aporta la producción de cebolla larga”, explicó el biólogo de Corpoboyacá Omar Alexis Cely, encargado del proyecto con los truchicultores. Por medio de la Resolución 1310 del 7 de abril del 2017, Corpoboyacá determinó que los interesados en continuar con la actividad piscícola en el lago de Tota, lo podrían hacer siempre y cuando implementaran el sistema de recolección, extracción, tratamiento y disposición final de las excretas y residuos de concentrado. Se estableció, igualmente, que para esto debían emplear colectores y otros componentes para llevar a cabo la extracción.

Se exigió también aumentar la frecuencia de evacuación de los desechos y utilizar concentrado bajo en fósforo para las truchas. El director de Corpoboyacá, Ricardo López Dulcey, afirmó que gracias al compromiso del sector piscicultor se desarrolló una estrategia para la recolección de los residuos, con la instalación de mallas en las jaulas flotantes.

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