En deuda con el ambiente

Dos mil 100 millones de pesos. Eso fue lo que el gobierno del presidente Iván Duque anunció en materia de recursos para el sector ambiental de Boyacá, en desarrollo de su Taller Construyendo País del sábado pasado en Aquitania.

Ese dinero se invertirá en la segunda fase de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Aquitania y en un programa de producción sostenible de cebolla larga en la cuenca del lago de Tota. Es preciso recordar que la primera fase de esta PTAR apenas está por comenzar. Su construcción, si algún día llega a concluirse, contribuirá de manera importante a la descontaminación de este humedal, patrimonio ambiental de la nación. Duque y su ministro de Ambiente siguen en deuda con el departamento.

Es fundamental el aporte de la Nación para la construcción de las PTAR que permitan la descontaminación de la laguna de Fúquene, la ciénaga de Palagua, el río Suárez, el río Chicamocha y el río Carare Minero, entre otros cuerpos de agua. También se necesita presupuesto para financiar los planes de manejo de los páramos y de la Serranía de las Quinchas.

Allí deben implementarse estrategias como la del pago por servicios ambientales y otras que permitan que la agricultura, la ganadería y la minería artesanal sean amigables con los recursos naturales. Además del limitado compromiso nacional, preocupa el silencio de la clase parlamentaria. De ellos depende que el gobierno apropie lo necesario para el sector