Candidatos y violencia de género

La violencia de género se presenta cuando la víctima es agredida de manera física, psicológica y/o sexual por parte de una persona con quien ha compartido en el pasado o comparte en la actualidad un vínculo sentimental, íntimo o familiar.

Son diversas las conductas delictivas que pueden cometerse en el marco de la violencia de género (no la sufren sólo las mujeres, aunque sí en su gran mayoría): violencia intrafamiliar, lesiones personales, delitos sexuales, amenazas, injurias y en su grado más alto feminicidios. Dentro de las motivaciones que llevan a que se produzcan esta clase de conductas se encuentran la intolerancia, los celos, la ingesta de bebidas alcohólicas y el consumo de psicoactivos.

Resulta de particular relevancia que ad portas de la contienda electoral se verifique, tanto por aquellos que aspiran a dirigir los destinos del Departamento y sus 123 municipios, como por los electores, si dentro de las propuestas programáticas se encuentran las relacionadas con la prevención de la violencia de género.

¿Cómo se piensa atacar este fenómeno desde la raíz? ¿Cómo se piensan articular las acciones para brindar rutas de atención efectivas para las víctimas, de qué manera se va a crear la conciencia de la no violencia, del trato respetuoso, del control frente al consumo del alcohol?

La invitación de hoy es a que previo a ejercer ese poco valorado derecho que tenemos a elegir, y más allá de los amiguismos e intereses que rodean tan noble acto, por lo menos revisemos con detenimiento lo que se pretenderá gestar en cuanto a políticas públicas relacionadas con esta problemática que cada día cobra más víctimas; políticas que además deberán estar dirigidas a la generación y fortalecimiento de la capacidad de repuesta en lo local.