De lo legal a lo conveniente

El fallo del Tribunal Administrativo de Boyacá que declaró la nulidad absoluta del contrato de concesión de licores, termina siendo una papa caliente para el gobierno de Carlos Amaya.

En el 2004 la Procuraduría y el Zar anticorrupción solicitaron que el Gobierno diera por terminado ese contrato por considerarlo ilegal. Precisamente la Procuraduría destituyó a Miguel Ángel Bermúdez por haber entregado en concesión la Industria Licorera de Boyacá sin contar con la autorización de la Asamblea. En ese sentido, se evidencia la ilegalidad de ese contrato.

Ahora lo que entra en discusión es la conveniencia de que el departamento retome el negocio de los licores. Si bien es cierto, y lo señala el Tribunal, “la cláusula octava, sobre el 2 por ciento de las utilidades del contrato, menoscabó el patrimonio público del ente departamental”, también no es menos cierto que el contrato sí representó un mejoramiento en las finanzas de la empresa y las transferencias de recursos para la salud.

El fallo le ordena al Gobernador iniciar de manera inmediata las actuaciones administrativas necesarias para determinar técnica y financieramente la forma de explotación económica del monopolio de licores que más conviniera al departamento. ¿Amaya agarrará esa papa caliente?