Boyacá está en alto riesgo cardiovascular; conozca las causas

Según el último informe del Hospital San Rafael de Tunja, el 78 por ciento de la población de la ciudad, desconoce las causas o factores de riesgo de infarto.

El especialista Luís Moya recomienda realizar exámenes periódicos para conocer el estado de salud y poder prevenir antes que corregir.

Este indicador, teniendo en cuenta los hábitos culturales de los boyacenses, redunda en el restante de la población y coincide con el informe de la Gobernación según un estudio adelantado en otras cuatro grandes localidades de la región.

En general, las malas prácticas alimentarias, el sedentarismo y especialmente, el desconocimiento de las condiciones de salud de los boyacenses, son las principales causas de riesgo cardiovascular.

Por eso, con el ánimo de estimular la prevención, la Alcaldía de Tunja, el Hospital San Rafael y la Liga de Lucha Contra el Infarto y la Hipertensión Arterial, promueven una campaña que busca concientizar a la población sobre las altas probabilidades de riesgo que hay, si no se adopta un estilo de vida saludable.

Las entidades recomiendan, tener en cuenta los signos, señales y síntomas que pueden indicar que el corazón tiene un problema; por ejemplo, relacionar cualquier dolor en el pecho que sea opresivo (como un peso), desencadenado por ejercicio, por una emoción o por el frío, que se propague al cuello, mandíbula, hombros o brazo izquierdo por el lado interno, que dure más de 20 minutos.

Puede estar asociado a la palidez, sudor frío, palpitaciones o asfixia. si ocurre, se debe acudir de inmediato al médico. Otra enfermedad derivada de los malos hábitos es la hipertensión. esta se presenta por herencia o por consumo excesivo de sal y otros factores condicionantes como la obesidad y el sedentarismo, e incluso, el tabaquismo y el estrés mal manejado, especialmente cuando se responde con hostilidad.

La hipertensión arterial afecta todas las arterias (desde la retina del ojo, las del cerebro, las del corazón o coronarias, las del riñón y las de las piernas, hasta las del pene). Esto puede ocasionar pérdida de la agudeza de la visión, ‘derrames cerebrales’, infartos del corazón, crecimiento del corazón, falla cardíaca, insuficiencia renal, dolor de disfunción eréctil, entre otros.

Más recomendaciones y datos en el impreso de hoy.