La obesidad es el principal factor de riesgo cardiovascular en Boyacá

El desconocimiento de esta enfermedad sumado a los malos hábitos alimenticios, han convertido a Boyacá en uno de los departamentos con mayor cantidad de gente obesa y con sobrepeso.

Alejandro debe permanecer con oxígeno las 24 horas del día, además, tiene problemas de columna que le dificultan su movilidad.

Ante las alarmantes cifras, las autoridades de salud han generado estrategias que buscan sensibilizar a la población en cuanto al nivel del riesgo. Según el último estudio adelantado por el hospital San Rafael de Tunja, tan solo en la capital boyacense, el 54% de la población sufre de obesidad y el 64% tiene el perímetro abdominal por encima de la medida estándar; además, el 60% es hipertenso.

Es decir, que el 44% de los tunjanos, tiene riesgo de infarto en un término promedio de 10 años. Lo que ocurre, es que la obesidad es una enfermedad silenciosa que está sujeta en particular al sedentarismo y los malos hábitos alimenticios; por eso, una persona muchas veces no es consciente de que la padece hasta cuando retornar al peso ideal, es casi imposible.

Este es el caso de Alejandro Infante Burgos, un tunjano de 39 años de edad que hasta hace 10 años, tenía una vida normal y un peso aproximado de 90 kilos. Sin embargo, según él, una alteración hormonal, sumada a la falta de un estilo de vida saludable, incidieron en su condición física ocasionándole un estado de obesidad mórbida.

Actualmente, Alejandro pesa más de 300 kilos, situación que perjudica su salud física y mental que, además, le ha llevado a reducir su campo de acción a la casa en la que vive con su esposa y sus dos hijas.

Esta condición complicó su situación porque una vez su peso se salió de control, se le empezaron a reducir las posibilidades de acceder a los servicios de salud. “Cuando llegué a los 135 kilos empecé el trámite con mi EPS para la cirugía de ‘Bypass’ pero, lamentablemente, me tuvieron más de tres años dando vueltas.

Los largos tiempos entre un examen y otro, hicieron que nunca tuviera los resultados completos para la intervención. Fue pura negligencia y ahora, que ya no me puedo mover, resulta que no hay en Boyacá ambulancias que puedan trasladarme ni camillas que me resistan. Parece que Medimás me quiere dejar morir”. Agregó Infante.

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