(Video) Recorriendo el Sendero Ecoturístico del Parque Siscunsí – Ocetá

Durante la jornada del viernes 1 de febrero, funcionarios de Corpoboyacá y el equipo periodístico de Boyacá Sie7e Días recorrimos el sendero de ocho kilómetros que está enmarcado en el Plan de Ordenamiento Ecoturístico adelantando en el Parque Regional Natural Siscunsí – Ocetá.

Los turistas ahora pueden recorrer el páramo de Ocetá en Monguí, luego de la puesta en funcionamiento del sendero ecológico, que brinda una oportunidad para disfrutar del paisaje sin causarle afectaciones al ecosistema.

Durante la jornada del viernes 1 de febrero, funcionarios de Corpoboyacá y el equipo periodístico de Boyacá Sie7e Días hicieron el recorrido del sendero de ocho kilómetros que está enmarcado en el Plan de Ordenamiento Ecoturístico adelantando en el Parque Regional Natural Siscunsí – Ocetá.

Durante la caminata por el páramo considerado uno de los más hermosos del mundo y mejor conservados de Colombia, se conoció que el Plan de Ordenamiento se venía trabajando desde hace más de dos años por parte de la Corporación Autónoma Regional de Boyacá (Corpoboyacá), la alcaldía de Monguí y la comunidad de la zona, quienes quisieron darle un respiro al páramo impactado negativamente por las actividades de agricultura y minería.

Si bien es cierto aún se realizan actividades ganaderas en el área, se están estudiando alternativas para que las comunidades de la zona puedan dedicarse a otros oficios más sostenibles pero que no afecten la economía de las familias que durante años han vivido allí, soluciones que se están evaluando entre todas las partes involucradas para llegar a consensos en favor de la región.

En ese sentido, y de acuerdo a lo manifestado por el director de la corporación ambiental, José Ricardo López Dulcey, desde años anteriores se viene trabajando con los habitantes del páramo y se habían declarado protegidas 49.793 hectáreas, con el fin de mejorar las condiciones de la vegetación nativa y de especies como el oso andino y el venado de cola blanca, entre otras especies que allí habitan.

Es precisamente debido al trabajo ya adelantado por las autoridades boyacenses, que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible se unió a la estrategia de proteger el ecosistema y de acompañar la construcción del sendero con una señalización adecuada para permitir el ecoturismo y a la par conservar la riqueza natural e hídrica en Sugamuxi.

Dicha señalización cumple con estándares establecidos y donde además de información básica del recorrido se plasmaron las recomendaciones para la protección, así lo pudieron constatar quienes realizaron la primera caminata por el sendero el pasado viernes.

Así las cosas, en adelante los turistas que deseen hacerlo podrán contar con una ruta que será acompañada por guías turísticos certificados y además donde tendrán una completa infraestructura acorde a la biodiversidad del lugar e incluso hay espacios de descanso para poder disfrutar el trayecto que puede durar entre 4 y 6 horas.

La construcción del sendero en mención tuvo un costo de 312 millones de pesos, de los cuales la Corporación aportó 250 millones y el restante fue aportado por la Alcaldía, dinero con el cual se construyeron dos zonas de descanso, un quiosco para el desarrollo de actividades de educación ambiental, 50 metros de plataforma, cuatro puentes, 17 metros de escalera y doce vallas informativas y de señalización; material que fue construido con madera inmunizada, según contó a este medio Claudia Obando, profesional del equipo de ecoturismo de Corpoboyacá.

“El objetivo de la inversión en el sendero es activar el ecoturismo en la región, y para ello se necesita cumplir con cinco aspectos”; aseguró López Dulcey.

Esos cinco puntos a los que hace referencia el director son:

  • Para que se considere ecoturismo se debe realizar dentro de un área protegida.
  • Las actividades a realizar deben conllevar a cuidar el lugar donde se desarrollan.
  • Se requiere de un guía especializado para adelantar la caminata o actividad planteada.
  • Debe educar. “Las personas que realicen ecoturismo en cualquier sector deben salir aprendiendo algo de ese lugar” dijo López.
  • Y debe brindar alternativas económicas a quienes viven en el área de influencia o sus alrededores.

“El ecoturismo es una gran oportunidad que tienen actualmente los territorios como Boyacá, pero debe hacerse bien porque se puede convertir en un riesgo si no se maneja de la manera adecuada”, finalizó diciendo el director de Corpoboyacá.

Para disfrutar de la experiencia que ofrece ahora el sendero, los guías turísticos recomiendan tres aspectos principales; llevar impermeable, gorro y guantes, acompañar el recorrido con una mochila pequeña donde se cargue protector solar y víveres como proteína, agua, dulces, además de utilizar unos zapatos cómodos y de buen agarre.

Hay que destacar que el Parque Regional además de estar en Monguí, comparte la mayoría de sus terrenos con municipios como Sogamoso, Mongua y Aquitania. Para el caso de la protección del ecosistema cada alcaldía debe comprometerse a trabajar en equipo con las comunidades de su área de influencia, además de educar a los pobladores para su adecuado manejo, y de esa manera trabajar entre todas las autoridades y jurisdicciones en favor del medio ambiente, como es la consigna principal de Corpoboyacá.

Hay más planes ecoturísticos

El sendero inaugurado en Ocetá, jurisdicción del municipio de Monguí fue priorizado por la Corporación por ser el que mayor número de visitantes tiene en la zona, y además por el trabajo adelantado entre Corpoboyacá y la alcaldía.

Pero además del páramo Siscunsí – Ocetá que cuenta con el Plan de Ordenamiento Ecoturístico (POE), en la jurisdicción de la autoridad ambiental se han formulado otros cuatro planes para darle un mejor manejo a las áreas de riqueza biodiversa del departamento.

Uno de esos proyectos en los que se ha trabajado es en el sector de Playa Blanca en las orillas del Lago de Tota, región de la provincia de Sugamuxi, el cual es un escenario muy visitado por propios y extranjeros, sin embargo, no cuenta con las condiciones mínimas para reducir los impactos que puede generar el turismo en dicho ecosistema.

También se ha formulado un proyecto de protección en el Parque Nacional la Serranía del Peligro, ubicado en el municipio de Moniquirá, el cual se está desarrollando de manera articulada entre Corpoboyacá, operadores ecoturísticos locales y la Alcaldía municipal con el ánimo de buscar alternativas que permitan realizar una práctica adecuada.

Situación similar se tiene en el área de influencia del Parque Natural Nacional Nevado del Cocuy al norte del departamento, donde se ha entendido que la riqueza y potencial de dicho lugar no sólo es la nieve, sino que se pueden explotar turísticamente otros atractivos. Y se formuló un Plan en la Ciénaga de Palagua ubicada en el occidente de Boyacá, en este caso se invitó a la empresa petrolera Ecopetrol a apoyar el POE, por ser también un área de explotación de hidrocarburos.

“El objetivo es adelantar acciones parecidas al sendero de Ocetá, en cada uno de esos lugares trabajados por la Corporación, pero cada proyecto varía de acuerdo a lo identificado en el área”, así lo relató Claudia Obando, profesional del equipo de ecoturismo de Corpoboyacá.

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