Alerta roja en el Hospital San Rafael de Tunja, está en su «máxima capacidad»

A pesar de la gran infraestructura del Hospital San Rafael de Tunja por ser el único de tercer nivel de la red pública de Boyacá, la alta demanda de los servicios de salud, resultado de la crisis hospitalaria de EPS como Esimed y la atención a migrantes venezolanos, está llevando a la entidad al límite de su capacidad.

Por la congestión, los pacientes deben ser atendidos en camas temporales mientras se liberan las camas de hospitalización.

Debido a esto, el Hospital se encuentra en alerta roja hace mes y medio y en espera de que por lo menos, a través de la Secretaría de Salud se les cancelen los cerca de 1231 millones de pesos que se les adeudan por servicios prestados a venezolanos.

“El principal problema es de flujo financiero, pues al crecer la cartera nosotros tenemos que empezar a restringir servicios porque no podemos dejar de atender las necesidades de salud de la región” afirmó David Jiménez, asesor jurídico del Hospital.

En este momento los servicios están al límite, “hace tiempo que no hay siquiera camas disponibles, una persona sale y llega otra”, agregó.

Según el funcionario, también es un deber de los ciudadanos colaborar evitando usar los servicios de urgencias con sintomatologías que pueden ser vistas por servicios prioritarios.