Boyacá y deterioro del suelo

 

German García Barrera, periodista

Entreojos

Naciones Unidas conmemoró el pasado 5 de diciembre el Día del Suelo, un recurso vital para la subsistencia de los seres vivos, pero poco reconocido, despreciado y vapuleado como ninguno.

Cuando se habla de recursos naturales, generalmente nos referimos al agua, a los bosques, al aire y a la fauna. Sin embargo, a la ‘piel de la tierra’ la desconocemos como un elemento esencial.

Según la Organización de las Naciones Unidas, ONU, el 95 por ciento de los alimentos proviene del suelo. La ONU también reporta que un tercio del suelo del mundo está degradado y que las principales causas de su contaminación son las prácticas agrícolas deficientes, la gestión inadecuada de desechos sólidos, el almacenamiento inseguro de residuos químicos y nucleares peligrosos y los lixiviados de rellenos sanitarios mal administrados.

Aunque el tema es preocupante, pareciera lejano, pero no es así. Boyacá es uno de los departamentos con mayores conflictos en el uso del suelo.

Un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi de 2017 reveló que el 48,3 por ciento del área de suelo productivo del departamento, algo así como 984 mil hectáreas, tiene uso inadecuado, y el principal problema es la sobreexplotación.

En Chivatá, por ejemplo, el 97 por ciento de sus suelos están degradados, pese a ellos las acciones estatales para revertir esa tendencia son lentas y desarticuladas.

Es urgente que en Boyacá se haga un pacto por el suelo.

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