José Hernán Forero Buitrago
Con la Ley de Financiamiento hay preocupación frente a otros productos que golpean el bolsillo de los colombianos como: libros, revistas, periódicos y textos escolares, que alimentan el alma y todo lo que compromete al espíritu, los que actualmente están exentos del impuesto; esta es una amenaza verdadera a la industria editorial, un retroceso al acceso a los libros; facilitaría el auge de la piratería, la compra de textos de segunda y más uso masivo de las fotocopias.
La medida afectaría notoriamente la cultura y la calidad de la educación en el país, que de por si tiene muy bajos índices de lectura. Las estadísticas de lectura presentadas por el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLAC), no resultan alentadoras para Colombia.
Los países latinoamericanos tienen unos de los menores índices lectores en el mundo, la cantidad promedio de libros leídos por persona la encabezan Canadá y Suiza con un promedio de 20 libros, luego siguen Finlandia con 17, Estado Unidos 12, Corea y España 10, China 7, Argentina 5, Brasil 4 y Colombia 2.
La calidad de la educación está muy ligada a la lectura, por eso Finlandia paraíso de la educación y país que ama los libros con un promedio de 17 bibliotecas por cada 100.000 habitantes, lidera a nivel mundial las Pruebas PISA y la compresión lectora.
A propósito es increíble que Tunja, ciudad estudiantil y Capital de Departamento, a la fecha no tenga una Biblioteca Municipal encargada de fomentar la lectura y la escritura a través del trabajo colaborativo entre la Red Nacional de Bibliotecas Públicas y los bibliotecarios alrededor del país.