Cansados de clamar y no ser escuchados, los campesinos de Socotá, Chita, Pisba y sectores aledaños, viajaron hasta Tunja para exigir al Gobierno que responda por las condiciones inhumanas en las que viven a causa de las limitaciones que la Ley Ambiental puso en el lugar donde residen sus familias desde hace más de 200 años.
Daniel Niño, habitante de la vereda el Oso del municipio de Socotá, una de las zonas más distantes del casco urbano, que se encuentra a más de diez horas de camino, afirma que los habitantes del sector, están viviendo en condiciones inhumanas, a pesar de que la zona es reconocida como un territorio de protección.
Estas personas han venido ejerciendo posesión por derecho y haciendo uso y tenencia del territorio con actividades agropecuarias desde antes de la Ruta Libertadora, pero nunca han recibido ningún tipo de apoyo para vivir en ese lugar, a pesar de la investidura que representa el Páramo y el Parque Nacional Natural de Pisba, que, según ellos, en realidad corresponde en un 80% a Socotá.
Para los campesinos, la Ley de Páramos veta totalmente su acción y sus derechos. La falta de las vías de acceso, de energía eléctrica, de infraestructura para la atención de servicios de salud, entre otros factores básicos, impiden siquiera que una mujer pueda dar a luz en las condiciones apropiadas.
Los habitantes afirman que su derecho a una vida digna está siendo vulnerado. ‘Cuando empezábamos a ver una luz con el tema’.
Lo que proyecta hacer el Gobierno en la zona
El Municipio de Socotá aloja cerca del 64.44% de las 45.000 hectáreas de extensión del Parque Natural Nacional del Páramo de Pisba; por ser una zona de reserva, la única acción que contempla el Gobierno nacional y el departamental, es la implementación de las actividades de ecoturismo.
Esta medida en la que vienen trabajando de manera mancomunada la Gobernación de Boyacá, Parques Nacionales y el Sena, busca que los habitantes del sector, puedan beneficiarse de las actividades y a la vez, habilitar algunas zonas para el acceso de los turistas, por ahora, el Parque está cerrado al público.
Con esta iniciativa, se habilitarían en promedio para la visita de turistas, ocho zonas como la Laguna del Soldado, donde Bolívar arrojó a los combatientes que murieron cuando atravesaban el Páramo de Pisba.
Para tal fin, se fortalecerá una mesa de trabajo con la comunidad que permita generar acuerdos que, en cierta medida, mejoren las condiciones de los habitantes del sector. Sin embargo, el asunto se complica porque muchas de las propiedades de los campesinos no tienen títulos y existe una falsa tradición que no ha permitido legalizar las acciones que se puedan realizar en el territorio.