Las marchas de los estudiantes en Boyacá han sido muy diferentes a las que se han registrado en el resto del país.
En las protestas que hemos visto aquí durante las últimas semanas ha predominado la reclamación ante el Gobierno de los recursos para financiar la universidad pública, el respeto por la fuerza pública y el uso de redes sociales, foros y espacios para mostrar su desacuerdo con muchas de las políticas públicas de la administración de Iván Duque.
Los otros protagonistas de las marchas estudiantiles que han recorrido las vías de Boyacá han sido los aprendices del Sena, que reclaman, también desde hace años, la construcción de una sede.
Son cerca de 4.000 aprendices de la denominada ‘universidad de los pobres’ a quienes el Gobierno les prometió una sede funcional y digna, sin que hasta el momento se destinen esos recursos, que podrían ser cercanos a los 35.000 millones de pesos.
Se trata, en los dos casos, de reclamaciones justas por parte del estudiantado, pero resaltamos el respeto y la altura con los que esos jóvenes han llamado la atención de la sociedad y cómo han protestado y seguramente seguirán protestando hasta que el Gobierno atienda sus solicitudes.
Como escribía Gustavo Bolívar en Twitter, son estudiantes que están reclamando un país con mejor educación, un país más incluyente. Un país donde se puedan expresar las ideas sin correr el riesgo de morir.