Fidel, coleccionista de salsa en Cartagena

Además de conocer el Castillo de San Felipe, el mar o la torre del reloj, un plan obligado en la Heróica es ir a ‘Donde Fidel’, un lugar diferente y en el que usted disfrutará de inicio a fin.

Pasar un rato donde Fidel, es algo inolvidable para los amantes de la buena salsa, que aprovechan sus viajes desde todo el mundo para ir allí

Cerca de la icónica torre del reloj, en una esquina ensoñadora donde sobresalen las arcadas de la colonia, hay un cartagenero de 77 años de edad que parece ser uno de esos personajes pintorescos a quien también todos quieren llevar en sus cámaras porque es algo así como el “embajador de la salsa de Cartagena para el mundo”.

Se trata de uno de los más reconocidos coleccionistas del mundo, de este ritmo cuyo vocablo se usa desde finales de los años 60 como resultado de la síntesis del son cubano y otros géneros de la música caribeña, como el jazz y los ritmos estadounidenses.

Tributo al amor, es el álbum que recoge 24 obras de la autoría de Ricardo Bautista e interpretadas por grandes salseros del mundo.

Hasta allí llego Boyacá Sie7e Días en su nuevo espacio “Boyacensiando por Colombia”.

Llegamos a este lugar ubicado en la esquina noroccidental del portal de los dulces, a pocos pasos de la Torre del Reloj, para contemplar unas paredes tapizadas de fotografías donde aparece Fidel en su bar con los grandes de la salsa del mundo quienes han llegado hasta allí para conocerle y expresarle su admiración.

Tiene recuerdos con Marc Anthony, Ismael Miranda, Reache Ray & Bobbe Cruz, Oscar de León, Andy Montañez, Rubén Blades, Cheo Feliciano, Tito Nieves, Rafael Itier, Tony Vega, Celia Cruz, entre muchos otros cientos de ‘grandes’ en los que también se incluyen periodistas, literatos políticos y algunos visitantes que han cautivado su corazón en largas conversaciones sobre las historias que se esconden detrás de las letras y los versos de este género musical.

Para hablar con Fidel Leottau hay que ser respetuosos de su silencio, se acomoda en su silla de tela templada y fija su mirada en algún punto mientras escucha cada obra con atención sin parpadeos, luego respira profundo y exclama… “esa obra es muy bella” y empieza a contar la fecha en que fue grabada, quien la grabó, cuando se estrenó y quiénes la han cantado y hasta ordena a su hijo, que le obedece con acato y respeto, que ubique las versiones que él desde su silla va indicando.

Es un experto de la salsa considerado como uno de los más grandes coleccionistas del mundo que analiza y cuida cada palabra que expresa porque sabe que quien está al otro lado valora su criterio.

Y cómo no hacerlo, si por esta esquina ubicada en el centro histórico de la heroica Cartagena, han pasado los más grandes y legendarios salseros de todas las épocas y otros nuestros como el gran Diego Gale de quien guarda con celo y empotradas al techo un bajo y unos timbales autografiados que él le regalo.

Habla poco y en sus gestos aparece una ingenua sonrisa cuando una canción logra cautivarlo porque analiza con pausa cada nota, cada compás y cada sonido como si se tratara del experto cirujano que estudia con cuidado todos los antecedentes para dar su diagnóstico. Ir a donde Fidel, es un plan que vale la pena, cuando usted vaya a Cartagena.

 

Un sitio inolvidable para cualquiera

Don Fidel es la vedette de los amantes de la salsa y el son cubano en el mundo.

La buena salsa, eso es lo que se escucha en el bar donde Fidel, todos los días. En el techo tiene empotrados instrumentos de artistas.

Este coleccionista se sienta con uno que otro cliente porque sus hijos le tienen un cerco para evitar que todos los que llegan se aproximen a él; sin embargo, viola esa seguridad para compartir con los que sentados a la barra esperan pacientes para poder saludarlo y estrechar su mano.

Sale al corredor que sostiene las arcadas de la encantadora esquina de los coches y allí hay otra silla donde se sienta a contemplar la tarde y a esperar que llegue la noche porque ella trae la tertulia y los melómanos bohemios que saborean cada trago con una descarga a todo volumen de ese ritmo que cautivó y atrapó su corazón.

Fidel es una colcha de retazos de recuerdos y en su lúcida memoria están los nombres, las fechas, los títulos, las casas disqueras, los sellos musicales y todas las añoranzas atesoradas en las cavas del tiempo unos en vinilos, otros en CD y otros en modernas colecciones pero que de una u otra manera todas han llegado a sus manos para alimentar ese gran catálogo del que sólo se puede disfrutar con un buen sorbo de licor allí en la heroica “donde Fidel”, hasta donde llegó Boyaca Sie7e Días.